Entre noviembre de 2023 y junio de 2025 cerraron 16.322 empresas, con la pérdida de 236.139 puestos de trabajo registrados. La crisis afecta principalmente a la economía real y evidencia la fragilidad del modelo económico implementado por el gobierno.
Desde que asumieron Javier Milei y Luis Caputo, cerraron en promedio 30 empresas por día. Los datos de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT), recogidos en un informe del Centro de Economía Política Argentina, muestran que esto representa una contracción del 3,2% del tejido empresarial registrado y la pérdida del 2,4% del empleo registrado.
La crisis se profundiza por la apertura indiscriminada de la economía, el atraso cambiario y la caída del consumo, factores que golpean con fuerza a la economía real. Ejemplos recientes incluyen el cierre de la fábrica de motos KTM en Campana, que dejó 50 familias sin trabajo, y la reducción de producción de empresas de calzado como Viamo, desplazadas por el aumento de importaciones.
El sector público también sufrió ajustes: 89.794 empleados estatales perdieron sus puestos, y los salarios reales se redujeron de manera general. Hernán Letcher, director del CEPA, señaló que la desaparición de empresas supera en impacto a la caída del empleo, intensificada por la suba de tasas de interés y la presión sobre la cadena de pagos.
Sectorialmente, Transporte y Almacenamiento fue el más afectado (-4.159 empleadores), seguido por Servicios Inmobiliarios (-2.720) y Comercio y reparación de vehículos (-2.584). En términos relativos, Servicios de Transporte y Almacenamiento cayó 10,5%, y Construcción se retrajo 7,7%.
El informe del CEPA muestra una paradoja: aunque la mayoría de los cierres corresponde a empresas con menos de 500 empleados (99,63%), la mayor pérdida de empleos ocurrió en empresas de gran porte, que concentraron 71,7% de los puestos de trabajo perdidos. En porcentaje, las grandes empresas redujeron su personal un 3,54%, mientras que las más pequeñas solo un 1,32%.
El escenario refleja un deterioro sostenido del tejido productivo, con destrucción de empresas y pérdida de empleo, afectando especialmente a los sectores más vulnerables y dejando al descubierto las debilidades del modelo económico actual.