El ex intendente de Tres de Febrero desembarca en el Gobierno tras jurar como senador bonaerense. Su llegada contó con el impulso directo de Patricia Bullrich y el aval del presidente, en un área que arrastra tensiones internas desde hace semanas.
El oficialismo terminó de definir que Diego Valenzuela quedará al frente de la Dirección Nacional de Migraciones, pese a que apenas había jurado su banca en el Senado bonaerense. La designación se oficializará cuando se completen los últimos ajustes administrativos, confirmaron fuentes del Ejecutivo, que ven en su incorporación una señal de orden hacia el interior del gabinete luego de meses de idas y vueltas sobre su posible rol. El vínculo de más de tres décadas entre Valenzuela y Javier Milei funcionó como respaldo político para su desembarco.
El ofrecimiento llegó a través de Patricia Bullrich, pieza central en la estructura de seguridad del Gobierno, quien trasladó el pedido directo del presidente. La reunión en la que se selló el acuerdo se realizó en una oficina reservada de la nueva senadora, y terminó de cerrar un movimiento que reacomodará el mapa interno del oficialismo. Aunque Alejandra Monteoliva tomó el mando formal del Ministerio de Seguridad, en el propio Gobierno admiten que la conducción política del área continúa en manos de Bullrich, quien promovió la llegada de Valenzuela en un área que volvió a quedar bajo su órbita.
El traspaso de Migraciones a Seguridad fue uno de los detonantes de la mayor disputa interna del Ejecutivo en los últimos meses. La decisión, impulsada originalmente por Guillermo Francos y Lisandro Catalán, buscaba reducir el peso del Ministerio del Interior tras las elecciones. El movimiento desató un enfrentamiento abierto con Santiago Caputo y terminó erosionando la permanencia de Francos, que renunció acorralado en medio de su intento fallido por alinearse con Mauricio Macri. Su salida derivó en la llegada de Manuel Adorni y Diego Santilli, aunque este último quedó con menos poder del esperado: perdió Migraciones, el Renaper y Turismo y Deportes, que finalmente pasaron a la órbita de la Jefatura de Gabinete.
En ese contexto, Valenzuela desembarca con consenso transversal dentro de las distintas tribus del gobierno. Su recorrido en el PRO le asegura un vínculo fluido con Bullrich, Monteoliva y Santilli, pero también suma cercanía con Eduardo “Lule” Menem y los hermanos Milei, con quienes mantiene reuniones periódicas desde el inicio de la gestión. Su llegada se completará cuando termine el rearmado interno del organismo, momento en el que solicitará licencia en el Senado y en la intendencia, tal como anticiparon desde su entorno.
El entorno del ex intendente salió a aclarar que su candidatura legislativa no fue “testimonial”, ya que no regresará a la intendencia que condujo hasta este año. Argumentan que la propuesta para ocupar Migraciones apareció en los últimos días y modificó su hoja de ruta. Su lugar en la Cámara Alta será asumido por Marisa Pirillo, funcionaria del PAMI en Morón, hoy vinculada al espacio de Sebastián Pareja y con larga trayectoria en el massismo. Con este movimiento, el oficialismo busca cerrar una etapa de turbulencias internas y estabilizar un área clave para la política migratoria y de seguridad del Gobierno.
