Se espera que la eliminación del Impuesto PAIS reduzca los ingresos fiscales en un contexto de crisis económica, encendiendo una alarma alrededor de la continuidad de desequilibrios económicos agenciados por el presidente Javier Milei.
La decisión de eliminar el Impuesto Para una Argentina Inclusiva y Solidaria (PAIS), que dejará de ser cobrado a partir de la medianoche del lunes, tiene repercusiones económicas y fiscales determinantes el el destino económico de Argentina. Este tributo, que recaudó más de u$s17.300 millones —equivalente al 3% del Producto Bruto Interno (PBI)—, jugó un papel clave en el primer año de gobierno de Javier Milei, al ser una herramienta fundamental para paliar la caída de los ingresos fiscales durante un contexto económico complicado. Ahora, su desaparición no solo representa una caída en los recursos disponibles para el Estado, sino que también pone en evidencia la improvisación a la hora de llevar adelante el ajuste económico.
El PAIS, que ayudó a amortizar los efectos de los recortes sobre la actividad económica, fue un soporte provisorio de la recaudación durante el primer año de la administración de Milei. El gran desafío ahora será encontrar una forma de reemplazar esta fuente de ingresos sin agravar aún más la crisis, lo que se ve como una tarea compleja para un gobierno que sigue apostando a medidas de ajuste sin una reactivación sólida de la actividad productiva.
A pesar de la caída en los ingresos fiscales, los analistas coinciden en que la eliminación del impuesto podría generar una baja de la inflación en los primeros meses de 2025. Desde el 23 de noviembre, el PAIS dejó de aplicarse a las nuevas importaciones, debido a una modificación en la modalidad de cobro que había sido implementada por el ex titular de la Aduana, Guillermo Michel. El tributo, que se cobraba principalmente por adelantado, ya no se puede aplicar a productos que no estén sujetos al mismo. Esta suspensión de cobros anticipados podría resultar en una desaceleración de los precios, especialmente en los productos importados, que desde diciembre ya no están gravados con el 30% de impuesto PAIS.
Sin embargo, el impacto de esta medida, aunque pueda aliviar la inflación, no quita la caída de la recaudación fiscal. En los primeros 11 meses de este año, el PAIS aportó $6,16 billones al fisco, con una recaudación de $389.400 millones solo en noviembre. Esta pérdida de ingresos, sumada a la eliminación del anticipo del 95% en diciembre, pone en aprietos al gobierno de Milei, que aún no logró generar una respuesta económica efectiva ante la caída de recursos.
Además, la estimación de la Fundación Libertad y Progreso, que prevé un aumento del IPC del 25% en 2025, muestra un panorama preocupante frente a la inflación proyectada, mucho más alta que el 18,5% contemplado en el Presupuesto del gobierno. La estrategia de Milei, centrada en la eliminación de impuestos como el PAIS, parece más orientada a una política cortoplacista que a una solución estructural para el país.