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AJUSTE E INFLACIÓN: SEGÚN ESPECIALISTAS, EL PODER ADQUISITIVO NO SE REPONDRÁ EN 2024

La economía argentina enfrenta una difícil situación con una inflación creciente y políticas de ajuste que afectan los bolsillos de la población. La incertidumbre y preocupación no solo afecta a los ciudadanos, sino que las consultoras coinciden en el diagnóstico negativo.

El aumento de precios y las medidas de ajuste implementadas por el gobierno de Javier Milei han sumido a los ingresos de los argentinos en niveles no vistos en décadas. Aunque los precios muestran una ligera disminución, no se espera que compense la pérdida del poder adquisitivo experimentada en 2024.

Se pronostica que el consumo disminuirá en un 10% este año, mientras que los salarios reales en el sector privado formal caerán en promedio un 7%. Según estimaciones optimistas de consultoras, la recuperación tanto del ingreso disponible como del consumo de bienes y servicios podría no ocurrir hasta 2025.

Se prevé que las ventas en supermercados caigan un 11% en 2024, mientras que en restaurantes la caída será del 7.5%. En marzo, la caída en las ventas de supermercados alcanzó el 19%, mientras que los restaurantes registraron una pérdida del 6.7%.

Ante esta situación, los consumidores optan por comprar en comercios de cercanía, eligen marcas más económicas y aprovechan las promociones y descuentos disponibles.

La compra de electrodomésticos ha sufrido un fuerte declive, con una caída del 25% prevista para 2024, debido a la disminución en la predisposición de compra durante los primeros meses del año, alcanzando un mínimo del 66.2% en marzo, el nivel más bajo desde el inicio de la pandemia.

Se advierte que la caída de los ingresos podría profundizarse debido al impacto de los aumentos en las tarifas de servicios públicos, transporte y combustibles, que han superado ampliamente la tasa de inflación, afectando significativamente los bolsillos de la población.

La inflación interanual hasta marzo fue del 290%, con aumentos aún mayores en servicios esenciales como electricidad, gas, alimentos y transporte público.

A pesar de la ligera mejora en marzo, los salarios muestran signos de recuperación en la economía formal, aunque algunos economistas cuestionan la representatividad del índice salarial Ripte en contextos de alta volatilidad de precios.

Las actualizaciones de tarifas continuarán impactando en los ingresos, posponiendo una recuperación económica significativa hasta el próximo año.

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