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BAJA LA INFLACIÓN Y CRECE LA POBREZA: UNO DE CADA CUATRO JÓVENES ES INDIGENTE

En la era Milei, la juventud alcanza una tasa de pobreza del 62% y seis de cada diez jóvenes están desempleados. La indigencia crece de manera aún más acelerada y escaló 7% en los últimos seis meses en este grupo etario.

El presidente Javier Milei aseguró en el aniversario de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) que la inflación está bajando “casi sin costo”. Sin embargo, el impacto social y económico entre los jóvenes en el país sugiere una realidad preocupante. En Argentina, una cuarta parte de los jóvenes vive en la indigencia, sin los ingresos necesarios para cubrir necesidades alimentarias diarias. Además, seis de cada diez jóvenes están desempleados, mientras que la pobreza general alcanza el 50% y la indigencia el 18%, según cifras de un informe del Centro de Estudios para la Recuperación Argentina (Centro RA) de la Universidad de Buenos Aires.

El informe señala que la pobreza juvenil, actualmente en el 62%, es un 7% mayor que en la población general y que afecta de forma más severa a las mujeres jóvenes. La indigencia aumentó un 131% en el último año, con un 11,4% de la población que pasó de ser pobre a indigente en el contexto de una recesión económica severa. En este sentido, los especialistas advierten que esta situación limita la capacidad de los jóvenes para acumular capital humano y mejorar sus ingresos a lo largo de sus vidas.

A pesar de las proyecciones que anticipan una desaceleración en la inflación en los próximos meses, la recesión y el declive en el consumo empeoraron las condiciones de vida de la población más vulnerable. La situación laboral de los jóvenes, especialmente las mujeres, es particularmente frágil: presentan tasas de empleo bajas y brechas de género que se mantuvieron en el tiempo, acentuadas durante la pandemia.

La situación habitacional es otra fuente de preocupación. De acuerdo con la Fundación Tejido Urbano, entre 2 y 2,5 millones de personas entre los 25 y 34 años no pueden acceder a una vivienda propia debido a los bajos ingresos o a la falta de ahorros para los costos asociados a la independencia. En este contexto, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) también destaca que los jóvenes en países de bajos ingresos enfrentan altas tasas de empleo informal, con una probabilidad limitada de encontrar empleos estables.

La reciente reforma laboral impulsada por el gobierno de Milei busca flexibilizar el mercado laboral, pero fue criticada por potencialmente incrementar la precarización y el trabajo informal, además de facilitar despidos y dificultar la seguridad laboral. Esta combinación de pobreza creciente, desempleo y precarización laboral refleja los desafíos que enfrenta la juventud en Argentina, junto a la necesidad urgente de políticas integrales que impulsen el desarrollo y el bienestar económico de las generaciones más jóvenes.

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