El inversor Martín Romeo acusó al fiscal de perder objetividad y de frenar medidas clave en la investigación sobre el token promocionado por Milei. El pedido incluyó seis puntos y volvió a poner en escena el rol de Demian Reidel.
El planteo para desplazar al fiscal Eduardo Taiano ingresó este martes al Juzgado Federal de Marcelo Martínez de Giorgi y reavivó la disputa interna en la causa $Libra, donde está imputado el presidente Javier Milei. El querellante Martín Romeo, damnificado por el derrumbe del token, afirmó que el fiscal “perdió la objetividad” y que su intervención dejó en evidencia un sesgo favorable a los imputados. El reclamo se formalizó mediante un escrito de cuatro páginas firmado por el abogado Nicolás Ozsust, en el que se enumeraron seis conductas que, según la parte acusadora, muestran un apartamiento del deber de impulsar la investigación.
La presentación cuestionó que Taiano desatendiera múltiples pedidos de medidas de prueba, entre ellas requerimientos dirigidos a exchanges para reconstruir los movimientos de Orlando Rodolfo Mellino y Favio Camilo Rodríguez Blanco, operadores bajo sospecha por maniobras de conversión de activos digitales. También objetaron que el fiscal evitara pronunciarse sobre el pedido de allanamientos, que rechazara únicamente la detención de Mauricio Novelli y Manuel Terrones Godoy sin avanzar con las citaciones a indagatoria, y que postergara la convocatoria de cuatro testigos considerados relevantes por la querella.
El escrito enfatizó el llamado “factor Reidel”, centrado en la negativa del fiscal a citar a Demian Reidel, asesor de máxima confianza del presidente y actual titular de Nucleoeléctrica Argentina. Su nombre quedó incorporado a la causa después de que el programador Maximiliano Firtman declarara que Reidel lo llamó para preguntarle por sus advertencias públicas sobre los organizadores del Tech Forum, evento donde se lanzó el token. Para la querella, Reidel podría explicar si transmitió al presidente las sospechas sobre Novelli y Terrones Godoy, figuras centrales del proyecto $Libra, cuyo ascenso y caída fulminante en febrero derivó en el primer escándalo judicial del gobierno libertario. La omisión del fiscal respecto de esa citación fue presentada como una señal adicional de falta de imparcialidad.
El sexto punto del pedido de recusación apuntó a una contradicción entre dos dictámenes emitidos por Taiano en la causa vinculada con Karina Milei. En marzo, el fiscal sostuvo que esos hechos se relacionaban con el expediente central; en mayo afirmó lo contrario y describió un objeto de investigación distinto. Para la querella, esa oscilación debilitó todavía más la posición del fiscal y reforzó la idea de que no dirige la investigación con el rigor debido.
El reclamo se produjo en un contexto de malestar sostenido entre la querella y la fiscalía, alimentado por demoras en el análisis de teléfonos secuestrados y por una reciente resolución del juez que redujo los embargos de los imputados. Ahora, Martínez de Giorgi debe remitir el pedido a Taiano para que emita su opinión —algo que, según fuentes judiciales, el fiscal rechazaría— y luego resolver el planteo dentro del plazo legal. El avance de la recusación definirá si la causa mantiene al mismo acusador público o si abre una nueva etapa en una investigación que ya generó fricciones políticas y jurídicas de alto voltaje.
