CRISTINA KIRCHNER CRUZÓ A LA CORTE SUPREMA POR EL SOBRESEIMIENTO DE UN CURA CONDENADO POR ABUSO SEXUAL

La expresidenta expresó estar "sin palabras" tras la decisión unánime de la Corte Suprema, que anuló la condena de 25 años de prisión al cura Justo José Ilarraz por abuso de menores, argumentando que los delitos "habían prescripto".

La expresidenta expresó estar «sin palabras» tras la decisión unánime de la Corte Suprema, que anuló la condena de 25 años de prisión al cura Justo José Ilarraz por abuso de menores, argumentando que los delitos «habían prescripto».

La expresidenta Cristina Kirchner manifestó su profunda indignación en redes sociales ante el sobreseimiento del cura Justo José Ilarraz, quien había sido condenado a 25 años de prisión por abuso de menores. La decisión, tomada por unanimidad por la Corte Suprema de Justicia, fue criticada duramente por la exmandataria, quien expresó estar «sin palabras».

A través de su cuenta de X, Kirchner compartió un artículo periodístico que informaba sobre la anulación de la condena a Ilarraz, a quien el papa Francisco expulsó de la Iglesia católica en 2024. Según el fallo de la Corte, integrada por Rosatti, Lorenzetti y Rosenkrantz, los abusos cometidos entre 1988 y 1992 contra siete niños a su cargo «habían prescripto».

«En el año 2024 nuestro papa Francisco lo expulsó de la Iglesia. Ayer, por unanimidad, la Corte Suprema de Rosatti, Lorenzetti y Rosenkrantz anuló su condena de 25 años de prisión y lo sobreseyó. Sin palabras», posteó la expresidenta.

Los abusos se perpetraron en el Seminario Arquidiocesano «Nuestra Señora del Cenáculo» de Paraná, donde Ilarraz se desempeñaba como Prefecto de Disciplina. Las víctimas, jóvenes de entre 12 y 14 años, muchos de ellos provenientes de familias campesinas que aspiraban a la vida sacerdotal. Las primeras denuncias internas en la Iglesia datan de 1994, lo que llevó a las autoridades eclesiásticas a trasladar al cura a otra parroquia y luego a Roma con el pretexto de continuar sus estudios.

Las denuncias formales ante la Justicia penal argentina recién se concretaron en 2012, y seis años después, en 2018, Ilarraz fue condenado a 25 años de prisión. La defensa del sacerdote argumentó desde el inicio que los delitos habían prescripto, basándose en la ley vigente en el momento de los hechos, que establecía un plazo de prescripción de 12 años.

Cabe recordar que las leyes Piazza (Ley 26.705) y de Respeto al tiempo de las víctimas (Ley 27.206), que eliminan la prescripción para delitos de abuso sexual contra menores, fueron sancionadas en 2011 y 2015, respectivamente. Previamente, el Código Penal no diferenciaba la edad de la víctima para determinar la prescripción.

El Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos había confirmado la condena, pero la defensa de Ilarraz apeló ante la Corte Suprema. El máximo tribunal hizo lugar al recurso, argumentando que los delitos cometidos por el cura «son de una naturaleza radicalmente distinta» a los de lesa humanidad. Al haber transcurrido el plazo de 12 años, la Corte declaró extinguida la causa penal y lo sobreseyó.

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