El empresario y dueño de SpaceX criticó el aumento del endeudamiento público aprobado por el Senado, mientras que el presidente norteamericano le recordó su dependencia de los subsidios estatales. En medio de la disputa, Musk reconoció que su apoyo a Milei, con «motosierra» incluida, le «faltó empatía».
Mientras el Senado de Estados Unidos aprobaba por un estrecho margen el plan fiscal y presupuestario del presidente Donald Trump, una inesperada controversia se desató en las redes sociales entre el magnate Elon Musk y la Casa Blanca, con la peculiar aparición de la motosierra regalada por Javier Milei como telón de fondo.
Musk, quien fuera un cercano aliado de Trump y exasesor presidencial a cargo del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), se convirtió en un férreo crítico del incremento del endeudamiento público propuesto por el actual gobierno. En medio de esos tensos cruces, el empresario recibió una «factura» en redes sociales por sus pasadas muestras de apoyo al presidente argentino, Javier Milei. «Quizás no deberías haber subido la motosierra al escenario y haberte portado como un tonto», le recriminaron los usuarios, a lo que el dueño de Tesla sorprendentemente reconoció: «Punto válido».
El multimillonario fue un ferviente defensor de Milei durante su campaña presidencial y en los primeros meses de su gobierno, llegando a celebrar su discurso en Davos y recibiéndolo en varias ocasiones en sus visitas a Estados Unidos. La imagen más icónica de esta relación fue durante la Conferencia de Acción Conservadora (CPAC), donde Milei subió al escenario, lo llamó «amigo» y le obsequió una motosierra plateada.
Las reiteradas expresiones públicas a favor del mandatario argentino ahora le juegan en contra a Musk en su encarnizada disputa con Trump. Tras la crítica en redes, Musk admitió que «Milei me dio la motosierra entre bastidores y la usé, pero, en retrospectiva, me faltó empatía». Esta reflexión llega en un momento en que el magnate critica con vehemencia el presupuesto aprobado por el Senado, argumentando que «alcanzar el techo de la deuda es lo único que realmente obligará al gobierno a reducir el despilfarro y el fraude».
El Senado aprobó el pasado martes, con un ajustado 51-50, el polémico plan fiscal y presupuestario de Trump, gracias al voto de desempate del vicepresidente James Vance. El proyecto, que busca extender recortes presupuestarios, imponer mayores restricciones al gasto y aumentar los fondos para defensa y control migratorio, ahora regresa a la Cámara Baja para su revisión final antes de la firma presidencial.
El principal punto de fricción de la propuesta es el incremento de 3.3 billones de dólares a la deuda pública en los próximos diez años, según estimaciones de la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO), una cifra que supera la versión original aprobada en la Cámara Baja.
Desde su salida de la Casa Blanca a fines de mayo, Musk ha calificado el presupuesto de Trump como «masivo, escandaloso y lleno de gastos innecesarios». Trump, por su parte, no dudó en responder a cada ataque de su antiguo aliado.
Esta mañana, el presidente norteamericano advirtió a Musk que sin los subsidios estatales, sus empresas de cohetes, satélites y coches eléctricos «probablemente tendrían que cerrar». «Puede recibir, con diferencia, más subsidios que cualquier otra persona en la historia, y sin subsidios, probablemente tendría que cerrar y regresar a Sudáfrica», sentenció Trump, en una clara advertencia al magnate.
La respuesta de Trump llegó después de que Musk instara públicamente a los senadores republicanos a no votar el endeudamiento: «A cada miembro del Congreso que hizo campaña sobre reducir el gasto gubernamental e inmediatamente votó por el mayor incremento de la deuda de la historia, debería caérsele la cara de vergüenza. Y perderán sus primarias el año que viene aunque sea lo último que haga en esta Tierra«, sentenció Musk en un contundente mensaje.
