El brutal ajuste en el sector científico-tecnológico durante el primer semestre de 2024, con una caída del presupuesto para la ciencia, impacta gravemente en la inversión, salarios e infraestructura, mientras exfuncionarios y expertos alertan sobre las devastadoras consecuencias para el desarrollo nacional y la educación pública.
Lo que se temía en noviembre se está materializando con una fuerza inesperada: el primer semestre de 2024 ha sido testigo de un brutal ajuste en el sector científico-tecnológico, que además sufre los ataques oficiales. Hasta la fecha, el presupuesto destinado a la ciencia ha caído un 37% en comparación con 2023.
El Grupo EPC-CIICTI, encargado de monitorear la economía política de la ciencia y la tecnología en Argentina, ha resaltado en su último análisis que el presupuesto nacional para la Función Ciencia y Tecnología (CyT) ha disminuido un 30,4% en términos reales respecto a 2023. La extinta Jurisdicción 71 – Ministerio de Ciencia MINCyT (actual Secretaría de ICT, CONICET, Agencia I+D+i y CONAE) ha sufrido una retracción del 37,7% real.
“El descenso en la ejecución fue progresivo, empeorando mes a mes en comparación con el año anterior”, destaca el informe. “Este ajuste en apenas siete meses es más abrupto que el realizado durante los cuatro años de la gestión de Mauricio Macri”.
Tras tres años de importantes avances en inversión en ciencia, con un incremento del 43% real entre 2020 y 2023, ahora se observa una notable caída sin precedentes desde 1972, cuando la Función se incorporó al sistema de cuentas del país. El aumento del peso de los salarios dentro del gasto total de CyT, que ha pasado del 54,8% al 70% del presupuesto ejecutado, no ha impedido que los salarios reales caigan significativamente. En cambio, la inversión en equipamiento e infraestructura ha sido prácticamente detenida.
Los científicos del CONICET han perdido el 26% de su poder adquisitivo desde que Javier Milei asumió la presidencia. Todos los organismos del sistema científico han caído en términos reales en su ejecución durante el primer semestre de 2024, destacándose una disminución del 94,2% real en la Secretaría de ICT y un 92,3% real en la inversión en ciencia en el Programa de Desarrollo de la Educación Superior en Universidades Nacionales.
El ex ministro de Ciencia y Tecnología, Daniel Filmus, advirtió sobre las graves consecuencias del desfinanciamiento del gobierno de Javier Milei, afirmando que el gobierno no solo aplica una política de ajuste, sino que busca destruir la educación, la universidad, la ciencia y la tecnología pública.
El fuerte ajuste también ha afectado a las universidades nacionales, con un riesgo inminente para el inicio del segundo cuatrimestre debido a la falta de acuerdo salarial con los docentes y no docentes. El financiamiento universitario quedó 123,6 puntos porcentuales por debajo de la inflación en los primeros seis meses del año.
Filmus también ha advertido que los docentes universitarios han perdido el 32% de su salario en los primeros meses de gestión de Milei. Además, el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) permite que las empresas internacionales importen tecnología sin contribuir significativamente al desarrollo tecnológico local.
El ajuste también ha intensificado la concentración y des-federalización de la ciencia y tecnología en Argentina, con provincias menos desarrolladas en CyT, como Chaco, La Rioja, Santa Cruz y Formosa, sufriendo caídas de inversión por encima del promedio, alcanzando hasta un 45,9% real en Formosa.
Diego Hurtado, ex Secretario de Planeamiento y Políticas en Ciencia, Tecnología e Innovación, ha descrito la situación actual como una “demolición concreta y acelerada” de la ciencia en Argentina, destacando la percepción positiva de la sociedad hacia la ciencia y la tecnología, pero advirtiendo sobre la disputa por el sentido común y el lugar de la ciencia en el imaginario nacional.
