Los gremios y rectores de las universidades nacionales denuncian un desfasaje de más del 80% entre la inflación acumulada y los aumentos decretados por el Gobierno nacional. En lo que va de 2025 los salarios ya perdieron un 5,3% de su capacidad adquisitiva. La medida de fuerza afecta a 200 mil docentes y unos 2…
Las dos principales federaciones que nuclean a los docentes universitarios a nivel nacional, CONADU Histórica (CTA Autónoma) y CONADU (CTA de los Trabajadores), llegaron a un acuerdo para realizar una nueva medida de fuerza desde este martes 22 hasta las últimas horas del miércoles 23 de abril. Esta acción gremial representa una escalada en el conflicto salarial que afecta al sector y da continuidad al paro de 48 horas que ya se había llevado a cabo los días 17 y 18 de marzo pasado.
En esta nueva instancia de protesta, se implementará un paro de 48 horas que incluirá la realización de clases públicas como forma de visibilizar la problemática. Además, la CONADU adherirá a la medida con un paro total de actividades durante el día miércoles, complementando la jornada del martes con diversas acciones de protesta y también clases públicas.
El eje central del reclamo radica en la persistente falta de respuestas al irresuelto problema salarial que atraviesan los trabajadores docentes y no-docentes del nivel superior. A pesar de las masivas movilizaciones y los paros protagonizados durante el año 2024 en respuesta al ajuste presupuestario y al «deliberado ataque a la universidad pública» implementado por el gobierno del presidente Javier Milei, las medidas han sido insuficientes.
Si bien las históricas movilizaciones de abril y octubre de 2024, que lograron congregar a más de un millón de personas en cada oportunidad a lo largo del país, consiguieron algunos paliativos, no lograron revertir el «cepo» salarial impuesto por la administración nacional. Esta política tuvo como consecuencia un significativo retroceso del salario real, superior al 33% durante el año pasado, erosionando el poder adquisitivo de los trabajadores de la educación superior.
La situación se agravó en los primeros meses de 2025. Los incrementos salariales otorgados unilateralmente por el gobierno al sector fueron irrisorios: un magro 1,5% en enero, un 1,2% en febrero y un 0% en marzo. Estos porcentajes contrastan fuertemente con la inflación acumulada, que según datos del INDEC alcanzó un 2,2% en enero, un 2,4% en febrero y un preocupante 3,7% en marzo, mes en el que la canasta alimentaria experimentó un aumento aún mayor, del 5,9%. En consecuencia, solo en el primer trimestre del año, los ya deteriorados salarios docentes perdieron un 5,3% adicional de su capacidad de compra.
La medida de fuerza cuenta con el respaldo de la rama universitaria de CTERA, que también se sumará al paro del miércoles. Sin embargo, la acción conjunta del Frente Sindical Universitario se ve parcialmente debilitada por la decisión del sindicato de base de la CGT, FEDUN, de no adherir a este paro específico. FEDUN, aunque minoritario en la representación del sector, manifestó que su plan de lucha continúa con la movilización del 30 de abril convocada por la CGT, en línea con lo definido previamente por su Consejo Directivo.
Ante la falta de respuestas concretas y la profundización de la crisis salarial, las federaciones agrupadas en ambas CTA ya están evaluando la posibilidad de llevar a cabo una nueva marcha nacional universitaria durante los meses de mayo o junio. Esta potencial movilización buscaría reeditar la masividad de las protestas del año anterior y ejercer una mayor presión sobre el gobierno nacional para que atienda las urgentes demandas del sector universitario en defensa de la educación pública y los derechos de sus trabajadores.
