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EL FMI NEGÓ NUEVOS MONTOS AL GOBIERNO NACIONAL Y REITERÓ ADVERTENCIAS

El FMI volvió a mostrar cautela ante los pedidos del gobierno argentino, destacando la necesidad de reformas y compromisos por parte del gobierno. El retraso en la decisión podría afectar la obtención de fondos vitales para el país.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) mostró poca disposición para avanzar en la aprobación de la octava revisión del acuerdo con Argentina, según lo revelado este jueves. La portavoz del organismo, Julie Kozack, evitó compromisos concretos por parte del FMI, centrándose en cambio en los reclamos hacia el gobierno argentino.

La demora en la aprobación de la octava revisión del acuerdo con Argentina ha sido interpretada como una señal de la doble cara del FMI. Aunque los funcionarios del organismo destacaron los resultados favorables del gobierno de Javier Milei y su ministro de Economía, Luis Caputo, durante el primer trimestre, aún no se ha analizado el caso argentino en el directorio del Fondo.

Se especula que la aprobación podría retrasarse hasta después de la participación de Kristalina Georgieva en la Cumbre del G7 la próxima semana, un evento al que Milei ahora asistirá, en parte, motivado por la necesidad de financiamiento externo para abordar la deuda pública.

En la conferencia de prensa, Kozack elogió el compromiso del gobierno argentino con el programa vigente y destacó el cumplimiento de las metas del primer trimestre. Sin embargo, también enfatizó la necesidad de mejorar la calidad de la consolidación fiscal y de impulsar reformas en áreas como la política monetaria y cambiaria.

El FMI insiste en la importancia de reformas laborales, desregulación de sectores económicos y atracción de inversión privada. Destaca especialmente la ley Bases, que busca promover un régimen especial para grandes inversiones privadas, como un elemento crucial para el apoyo político a las reformas macroeconómicas.

La aprobación de la octava revisión desencadenaría un desembolso de $800 millones por parte del FMI, lo que sería fundamental para incrementar las reservas internacionales del Banco Central, actualmente por debajo de los $30.000 millones.

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