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EL OCASO DE FERNÁNDEZ POR MARTÍN GAMBAROTTA

Los posibles efectos de la denuncia por violencia de género contra el expresidente, lo que puede cambiar y lo que no en el tablero de la política local, las próximas batallas del gobierno nacional y el espejismo de la inflación a la baja; por Martín Gambarotta.

La denuncia penal de la exprimera dama Fabiola Yañez por violencia física y “terrorismo psicológico” contra el expresidente peronista Alberto Fernández cambia todo y no cambia nada. Cambia todo porque la conmoción es enorme y la noticia domina los medios por encima de cualquier otro acontecimiento. No cambia nada en el plano del día a día económico que sigue siendo el verdadero desafío del presidente libertario Javier Milei. La publicación de una foto de una fiesta en Olivos para festejar el cumpleaños de Yañez durante las restricciones de pandemia en la presidencia de Fernández tuvo un efecto electoral: el peronismo perdió las elecciones presidenciales. Ahora está por verse si este nuevo escándalo también tiene un efecto sobre las elecciones de medio término del año que viene.

Lo que se viene es un juicio, pero la condena social de Fernández ya está. Fernández así deja vacante el cargo de presidente del Partido Justicialista. La figura del expresidente ya estaba muy desgastada pero ahora entra en otra dimensión de ocaso nunca antes transitada por un expresidente.

Ya se difundieron dos fotos que muestran a Yañez con lesiones en un brazo y en un ojo. Las autoridades judiciales el viernes allanaron el departamento donde vive Fernández en Puerto Madero y secuestraron su teléfono celular. Todo el caso se inició cuando la justicia investigaba el teléfono celular de la secretaria privada de Fernández en conexión a supuestos negociados con seguros cometidos por amigos del expresidente.

Para Milei el caso de violencia física demuestra que los progresistas están listos para cometer todo tipo de atrocidades “pintados de verde”, el color de las feministas. La Vice Presidenta Victoria Villarruel dijo que Fernández es “impresentable”. Después fue más específica: pidió “disculpas” por no sentir empatía con alguien que violó la cuarentena mientras moría gente. El gobierno nacional también aduce que todo el drama salió a la luz gracias a una denuncia sobre los manejos con seguros hechos por la actual administración.

“Pero parece que Fernández en realidad su dedicó a operar en contra de su propia vida pública y privada.”

El kirchnerismo condenó la conducta de Fernández pero llamó la atención sobre el uso político que el gobierno libertario le quiere dar al caso. La Intendente kirchnerista de Quilmes Mayra Mendoza acusó a Fernández de violentar a la exvice presidenta Cristina Fernández de Kirchner durante su mandato. Lo mismo dijo el Senador Wado de Pedro. Fernández de Kirchner misma se solidarizó con Yañez y habló de conductas violentas que sufrió mientras trabajaba con Fernández.

También se puso en circulación un video que muestra a Fernández almorzando en su despacho presidencial de la Casa Rosada con una periodista que no viene al caso nombrar. El video grabado por Fernández con su teléfono celular muestra una charla íntima con la periodista mientras esta toma cerveza. Fernández basó su carrera política en su reputación como eximio operador. Pero parece que Fernández en realidad su dedicó a operar en contra de su propia vida pública y privada. Las supuestas atrocidades cometidas solo se explican si Fernández creía ciertamente que tenía el suficiente poder como para que nunca salgan a la luz. En realidad, fue un operador que pensó que podía operar a todo el mundo y se terminó operando a él mismo.

El sábado a la noche el sitio Infobae subió el video de una entrevista breve con Yañez quien ratificó sus acusaciones sin entrar en detalles sobre la violencia física. Dijo que tiene más fotos y videos y que en un momento acudió a funcionarias a cargo del tema de violencia de género y no recibió una respuesta satisfactoria.

El escenario político entonces se vuelve imprevisible y si hay algo que los políticos odian es la imprevisibilidad. No se puede saber qué más hay en los teléfonos de Fernández y Yañez, que vive en España.

Lo que no cambia es el contexto en el que aparece el caso. Las encuestas muestran que la confianza en la gestión de Milei baja. Crece la popularidad de Villarruel, una ultranacionalista que siempre está al borde de reivindicar la última dictadura militar. Milei y Villarruel tienen diferencias políticas y personales, La tensión aumentará si se confirma que Villarruel le gana a Milei en las encuestas. La Libertad Avanza, el partido de gobierno, está sufriendo divisiones internas por la reciente visita de seis diputados al penal de Ezeiza para hablar con exmilitares detenidos por cometer crímenes de lesa humanidad durante la última dictadura.

Villarruel, en contra de lo esperado, no tomó una posición pública sobre la visita. “Me rompe soberanamente las bolas, por qué carajo Victoria Villarruel no saltó. Fue su leitmotiv de campaña”, dijo la Diputada de LLA Lilia Lemoine. Lemoine se olvida que Milei tampoco avaló la visita. La Libertad Avanza es un partido en formación y si las encuestas empeoran puede tener problemas en mantenerse cohesionado. De hecho, la Diputada Marcela Pagano ya lidera un grupo que condena los contactos institucionales con los genocidas. Villarruel llegó a vice presidenta maquillando sus ideas extremas, su simpatía por la dictadura permanece oculta.

El gobierno nacional también parece listo para abrir un conflicto con la provincia de Buenos Aires y la Ciudad de Buenos Aires, dos enormes territorios electorales, por el subsidio al transporte público. Milei quiere que esos dos distritos se hagan cargo de pagar los subsidios que ahora corren por cuenta del gobierno nacional.

Milei y el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires Jorge Macri, del partido de centroderecha PRO, ya están chocando sobre los fondos de coparticipación federal. A pesar de negociaciones, el gobierno nacional todavía tiene que honrar un fallo de la Corte Suprema a favor de la Ciudad de Buenos Aires por una reducción de la coparticipación que la capital sufrió durante la presidencia de Fernández.

El dato más alarmante para Milei es que la inflación en la Ciudad de Buenos Aires en julio midió 5.1% (98,5% en el año), lo que preanuncia un índice de precios bastante alto a nivel nacional el mes pasado. Así, el milagro de Milei no es tanto haber bajado la inflación, que sigue existiendo. El logro político es haberle hecho creer a los votantes que la inflación cae cuando en realidad los precios crecen a un ritmo más lento en medio de una recesión devastadora.

Hay tensiones salariales. Los aceiteros lanzaron un paro por aumento de sueldos. La restitución del impuesto a las ganancias por parte del gobierno de Milei es parte del conflicto. El Ministro de Economía Luis Caputo había prometido una inflación del 1% para septiembre, pero los números no dan.

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