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EL PAPA SE EXPRESÓ SOBRE EL PAPEL DEL ESTADO EN LA JUSTICIA SOCIAL Y EL GOBIERNO LE RESPONDIÓ

El Papa Francisco resaltó la importancia del Estado en la redistribución y justicia social, mientras que el vocero presidencial planteó discrepancias, desencadenando un debate sobre el papel gubernamental en la lucha contra la pobreza y la desigualdad.

En un mensaje dirigido a jueces argentinos, el Papa Francisco afirmó el miércoles que el papel del Estado en la “redistribución y justicia social” es ahora “más crucial que nunca”, mientras alertaba sobre los “modelos deshumanizantes y violentos”. Por otro lado, el vocero presidencial, Manuel Adorni, declaró que en el Gobierno “respetamos y escuchamos” las palabras del Papa, aunque señaló que “no estamos de acuerdo con algunas de ellas”.

Estas declaraciones del Sumo Pontífice se dieron en el marco de la inauguración de la sede en Buenos Aires del Comité Panamericano de Juezas y Jueces por los Derechos Sociales y la Doctrina Franciscana (Copaju), liderado por el juez porteño Andrés Gallardo.

Francisco subrayó la importancia de los derechos sociales, destacando que “la riqueza para sostenerlos está disponible, pero requiere de decisiones políticas adecuadas, racionales y equitativas”. En contraste, Adorni respondió que “el Papa es un líder espiritual” y que el gobierno enfrenta desafíos en todos los ámbitos.

El vocero presidencial agregó que las políticas de redistribución compulsiva han llevado a la situación actual de pobreza en el país, desacreditando así la afirmación del Papa sobre el papel central del Estado en la justicia social.

Por otro lado, el Papa instó a los operadores judiciales a reflexionar sobre su responsabilidad en la construcción de sociedades justas y dignas, señalando que “el Poder Judicial es el último recurso disponible en el Estado para remediar las vulneraciones de derechos y preservar el equilibrio institucional y social”.

Finalmente, Francisco lamentó la intensa injusticia en el mundo actual, caracterizada por una creciente desigualdad entre los ricos y los pobres, destacando la importancia de abordar estas disparidades para garantizar un futuro de justicia y democracia.

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