Los haberes mínimos recibirán un aumento en abril, pero el congelamiento del bono implica una pérdida de $78.815 por jubilado. La política previsional mantiene relegados a quienes perciben los ingresos más bajos.
Cuando los jubilados de la mínima cobren en abril, habrán perdido $78.815 debido al congelamiento del bono extraordinario, lo que representa un fuerte recorte en sus ingresos. Si el Gobierno hubiera actualizado el bono siguiendo el mismo criterio que aplicó para los haberes, debería haber subido un 113%, alcanzando los $148.815 en lugar de los $70.000 actuales.
La jubilación mínima sin bono pasará de $134.467 en marzo de 2024 a $285.821 en abril, en línea con la inflación. Sin embargo, la falta de actualización del bono perjudica a quienes menos ganan. Además, el PAMI impuso restricciones en el acceso a medicamentos gratuitos, agregando más dificultades para este sector.
El esquema de aumentos beneficia más a los jubilados con haberes más altos. Mientras que los beneficiarios de la mínima recibirán un incremento del 47%, aquellos que no dependen del bono obtendrán aumentos cercanos al 67%.