Con una caída del 28,5% en la actividad y precios de insumos aún inalcanzables, las medidas adoptadas por el Gobierno hasta ahora no lograron reactivar el mercado ni frenar la crisis económica que afecta al sector de la construcción en Argentina.
A pesar de los esfuerzos del gobierno de Javier Milei por reducir los costos en la construcción, como la flexibilización de las importaciones de insumos y la implementación de beneficios impositivos, el sector sigue atravesando dificultades. Entre enero y noviembre de 2024, la actividad en la construcción acumuló una caída del 28,5% interanual, con precios de insumos que, aunque registraron una leve desaceleración, siguen siendo prohibitivos. La apertura importadora no logró reactivar el consumo, y los costos asociados a la construcción, como los de la mano de obra y los gastos generales, continúan por las nubes.
A pesar de una moderación en la inflación de los materiales, los costos generales de la construcción aumentaron un 145% en comparación con el año pasado, con subas notorias en el precio de equipos como camiones y retroexcavadoras. Los datos de ventas también reflejan un mercado en desaceleración, con un descenso del 28,5% en los primeros once meses del año. Las expectativas de recuperación son inciertas, ya que la falta de crédito, los altos costos y la inestabilidad económica siguen siendo obstáculos clave. Esto plantea un desafío para Milei, que enfrenta un panorama complicado para impulsar la actividad en el sector de la construcción en los próximos meses.