Mientras el Gobierno Nacional anticipa una inflación a la baja, un informe de Isepci revela que los precios de los alimentos en el Conurbano bonaerense escalaron casi un 4% en mayo, duplicando las expectativas y dejando a miles de familias por debajo de la línea de pobreza.
Mientras el gobierno nacional apuesta a una baja sostenida de la inflación de cara a las elecciones de medio término de octubre de 2025, la realidad en los barrios del conurbano bonaerense dibuja un panorama muy distinto. Los precios de los alimentos continúan su escalada, con aumentos cercanos al 4% en mayo, desentonando con las expectativas de desaceleración que maneja la administración central.
Según el último relevamiento del Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (Isepci), la Canasta Básica de Alimentos (CBA) en el Gran Buenos Aires alcanzó en mayo un valor de $498.095,33, lo que representa un incremento del 3,48% respecto a abril. Esta canasta define el mínimo de alimentos necesario para que una persona no caiga en la indigencia.
El informe de Isepci también revela un dato alarmante: en comparación con mayo de 2024, la CBA aumentó un 37,68%, pasando de $361.789,45 a los casi $500.000 actuales. Esto significa que en un año, la misma cantidad de alimentos demandó $136.305,88 adicionales, una cifra equivalente a un tercio del Salario Mínimo Vital y Móvil.
El encarecimiento mensual de la canasta medida por Isepci prácticamente duplica el nivel de inflación anticipado por las consultoras privadas para mayo, previo al Índice de Precios al Consumidor (IPC) oficial que se dará a conocer la próxima semana.
En el quinto mes del año, los productos de almacén lideraron los aumentos, con un promedio del 5,07%, requiriendo $180.311,87 para cubrir lo mínimo indispensable. Los cortes de carne también mostraron un alza significativa del 4,42% ($110.089,36). Por el contrario, los productos de verdulería registraron una leve caída de casi el 2% ($71.388,22).
En lo que va de 2025, la situación de los alimentos es preocupante: los cortes de carne acumulan un incremento del 55,26%, los productos de almacén un 30,69%, y los de verdulería un 28,19%.
La Canasta Básica Total (CBT), que en abril costaba $1.097.477,54 en los barrios populares del conurbano, en mayo escaló a $1.135.657,35, reflejando una variación intermensual del 3,48%. Este conjunto de productos y servicios que define el mínimo necesario para no ser pobre aumentó un 41,39% respecto a mayo de 2024, cuando su costo era de $803.172.
El informe de Isepci destaca la magnitud de la situación: la cobertura de la CBT en mayo demandó casi cuatro salarios mínimos, que en abril se ubicó en $308.200. Esto ejemplifica que un hogar con dos salarios mínimos y un ingreso total de $616.400 no solo se encuentra por debajo de la línea de pobreza, sino que está muy lejos de poder salir de esa condición, especialmente en barriadas donde la informalidad laboral es la norma.
La brecha entre las proyecciones macroeconómicas y la realidad cotidiana de los barrios populares del Conurbano se agudiza, planteando un desafío crucial para la política social del gobierno.
