La Procuraduría de Investigaciones Administrativas detectó serias irregularidades en el proceso licitatorio para la concesión de la hidrovía Paraná-Paraguay, lo que podría derivar en cargos administrativos y penales contra funcionarios de la gestión de Javier Milei.
El proceso licitatorio para la concesión del dragado, balizamiento y peaje de la hidrovía Paraná-Paraguay, bajo la administración de Javier Milei, enfrenta serias acusaciones de corrupción. La Procuraduría de Investigaciones Administrativas (PIA) detectó diversas irregularidades en el procedimiento, que podrían resultar en cargos administrativos y penales contra funcionarios del Gobierno.
Según el dictamen de la PIA, el proceso careció de transparencia, y se favoreció de manera explícita a la empresa belga Jan De Nul, excluyendo a competidores internacionales, incluyendo empresas chinas a pedido de la Embajada de Estados Unidos. Además, no se realizaron los estudios de impacto ambiental necesarios, y la comisión evaluadora no acreditó su idoneidad.
La investigación señala que el pliego de licitación incluía cláusulas que ponían en duda la transparencia, como la posibilidad de indemnizar a un concesionario involucrado en actos corruptos, lo que violaría convenciones internacionales sobre lucha contra la corrupción. Además, se cuestiona la duración de la concesión, que se estimó en 30 años sin una justificación adecuada.
El dictamen de la PIA pone en evidencia fallas graves en el proceso, lo que podría derivar en sanciones tanto administrativas como penales para la administración de Milei.
