SEGÚN EL INDEC, LA POBREZA ALCANZÓ EL 38,1%

El informe oficial corresponde al segundo semestre de 2024, donde 18 millones de personas viven en hogares que no reúnen ingresos suficientes para cubrir la Canasta Básica Total. Si bien el gobierno festejo, desde la oposición manifestaron críticas por la metodología de medición del INDEC.

El informe oficial corresponde al segundo semestre de 2024, donde 18 millones de personas viven en hogares que no reúnen ingresos suficientes para cubrir la Canasta Básica Total. Si bien el gobierno festejo, desde la oposición manifestaron críticas por la metodología de medición del INDEC.

El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) reveló en su informe de Condiciones de Vida que, durante el segundo semestre de 2024, la pobreza afectó a aproximadamente 11,3 millones de personas en Argentina. El estudio, basado en la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) realizada en 31 aglomerados urbanos, abarcó un universo de 10,2 millones de hogares y 29,8 millones de personas. Proyectando estos datos al total de la población, se estima que 18 millones de argentinos vivían en hogares con ingresos insuficientes para cubrir la Canasta Básica Total en ese período.

Según el Indec, el 28,6% de los hogares relevados (unos 2,9 millones de familias) se encontraban en situación de pobreza, lo que equivale al 38,1% de las personas (11,3 millones). Además, el 6,4% de los hogares (aproximadamente 650 mil) no alcanzaron a cubrir la Canasta Básica Alimentaria, situándose en condición de indigencia. Esto representa a 2,5 millones de personas, el 8,2% del total de la EPH.

De igual manera, el Indec destacó una disminución en los índices de pobreza e indigencia en comparación con el primer semestre de 2024, con una reducción de 13,9 puntos porcentuales en la incidencia de la pobreza en los hogares y de 14,8 puntos porcentuales en las personas. Además, en la comparación interanual (contra el segundo semestre de 2023), la baja de la pobreza fue de 3,6 puntos porcentuales. En cuanto a la indigencia, la reducción respecto al primer semestre de 2024 fue de 7,2 puntos porcentuales en los hogares y de 9,9 puntos porcentuales en las personas, con una disminución de 3,7 puntos porcentuales en la comparación interanual.

El gobierno de Javier Milei celebró estos datos como un logro de su gestión, atribuyendo los altos niveles de pobreza e indigencia del primer semestre de 2024 a la administración anterior encabezada por Alberto Fernández. Sin embargo, estas cifras y la interpretación oficial generaron diversas reacciones y análisis.

El Centro de Economía Política Argentina (CEPA) cuestionó la metodología del Indec para medir el Índice de Precios al Consumidor (IPC), argumentando que esta problemática afecta la medición de la pobreza e indigencia, ya que el IPC no reflejaría adecuadamente los patrones de consumo de los argentinos.

El CEPA también advirtió sobre la fragilidad de la estrategia oficial de contención de precios mediante la apreciación cambiaria, cuya sostenibilidad está en duda ante la posibilidad de una devaluación por falta de reservas. Según el CEPA, la caída de los precios de los alimentos y el aumento real de la Asignación Universal por Hijo (AUH) contribuyeron a la reducción de la pobreza e indigencia, mientras que la caída del salario de los trabajadores no registrados, la retracción del salario mínimo vital y móvil, el aumento del desempleo, la reducción de los planes sociales y la involución de la jubilación mínima actuaron en sentido contrario.

Por su parte, la consultora LCG señaló que más de la mitad de los menores de 14 años continúan siendo pobres, a pesar de la reducción de casi 15 puntos porcentuales en este indicador entre semestres, calificando esta proporción como «alarmante». LCG también advirtió que la pobreza entre los mayores de 65 años regresó a niveles de 2022 (15,8%), aún lejos de los valores prepandemia (alrededor del 11,4%).

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