Organizaciones que se movilizaron independientemente se reunieron en el INCAA para coordinar acciones frente a la inminente votación de la ley ómnibus. Criticaron la falta de convocatoria de la CGT y las CTA y llamaron a una movilización y cacerolazo frente al Congreso el 31 de enero. Exigen un paro activo y el retiro del DNU y el Protocolo de Bullrich.
Las organizaciones que participaron en la movilización del 20 de diciembre en la Plaza de Mayo, y luego formaron columnas independientes en las convocatorias de la CGT y las CTA el 27 de diciembre y el 24 de enero, se reunieron ayer en el salón de conferencias del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA).
La elección del lugar no fue casual, ya que la Junta Interna de ATE del INCAA forma parte del reagrupamiento junto con varios colectivos agrupados en Unidos por la Cultura, un sector fuertemente afectado por los contenidos de la ley ómnibus. En la reunión estuvieron presentes organizaciones como el Frente de Lucha Piquetero y el sindicalismo combativo, representado por el sindicato del neumático (SUTNA), la Asociación Gremial Docente de la UBA (AGD-UBA), el sindicato porteño Ademys y la comisión interna de ATE de los trabajadores del Hospital Garrahan, entre otros.
La formación de una columna independiente en movilizaciones anteriores se debió al planteamiento de la necesidad de continuar el Plan de Lucha contra el DNU 70/23 y la ley ómnibus. Por esta razón, se criticó a la conducción de la CGT y las CTA por no convocar a una movilización y un paro para el día en que se tratará la ley en el recinto. Por lo tanto, decidieron convocar por su cuenta a una marcha a la Plaza de los Dos Congresos y realizar un acto en el lugar, al mismo tiempo que exigirán a las centrales sindicales un paro activo para ese día.
En el comunicado surgido de la reunión, llaman a participar masivamente a todos los que estén de acuerdo con la política definida en la columna independiente del 24 de enero: “Por un plan de lucha hasta derrotar todo el plan de Milei y el FMI”. Además, exigen a la CGT y las CTAs que convoquen a un plan de lucha con paro activo el día en que se ponga a votación la ley ómnibus y ratifican su reclamo de retiro del DNU y el Protocolo de Bullrich.
Asimismo, señalan que la jornada comenzará a las 12 horas del miércoles 31 y montarán una radio abierta a partir de las 17 horas, en la que participarán todas las organizaciones convocantes y hablarán representantes de cada una. Por último, impulsan la realización de un cacerolazo frente al Congreso al finalizar la jornada, donde también definirán los pasos a seguir para los días siguientes.
En una conferencia de prensa realizada al mediodía para adelantar las resoluciones de la reunión, Alejandro Crespo, secretario general del sindicato del Neumático, destacó que “el paro del 24 mostró la conexión de diferentes actores sociales” y convocó a movilizar frente al Congreso para evitar que el ajuste pase. Eduardo Belliboni, dirigente del Polo Obrero y la Unidad Piquetera, explicó que estarán movilizados en todo el país para lograr la caída del decreto y la ley en su totalidad, y reclamó a la CGT y las CTA un nuevo paro nacional para continuar el plan de lucha. Ileana Celotto, dirigente de la AGD-UBA, destacó que, a pesar de las discusiones en el parlamento, el ataque a los trabajadores, la salud y la educación pública sigue en pie, por lo que los docentes universitarios se movilizarán con sus reclamos al Congreso.
Belliboni también denunció la falta de asistencia en los comedores populares durante los últimos dos meses y anunció que todas las organizaciones del movimiento piquetero se unificarán para reclamar la comida para sus compañeros.
La manifestación se llevará a cabo en la Plaza de los Dos Congresos y podría extenderse hasta que se llegue a una definición en el recinto. Hasta el momento, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich no se ha pronunciado sobre la forma de actuación de las fuerzas de seguridad durante la jornada.
