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TRES POEMAS DE NATALIA CATTANEO

Literatura

El deseo como síntoma del cuerpo; el amor que se alimenta de su propia falta. Los poemas de Natalia Cattaneo (La Plata) visitan los sueños diurnos con una voz poética que aquilata el “peso extraordinario / su animal capaz de volar”.

I


O conformarme
con esta sed
que es el hambre del cuerpo
que son las ganas del alma
y querer creer que así
como busco hablarte
como si fueras dueño del agua
y me dejaras desierta
alguna vez habrá otra sed
y alguna vez de alguien 
seré el mismo hambre


hasta entonces 
y mientras tanto
vos brillando 
como pan deseado
indeseante y servido
en otro plato,
todo vos de mí
no siendo nada
amor no mío
vida de otra vida






II


de vivir poco
de espiar
la luz de lejos
de esconderme
de estar enferma
de extrañar lo que no
será ayer ni de nuevo
de ojos donde se aniquilan
los libros, los dioses, las esperanzas






III

De todas formas

debí haberte alcanzado mi corazón

Para que sientas al menos

su peso extraordinario

su animal capaz de volar

de escribir, de cantar

aunque oculto en el bolsillo del miedo

aunque perdido en catarata del alma

Para que por sostenerlo

al menos lo termines mirando

Infinito ahora, enorme,

con sus múltiples habitaciones

sus rojos, rítmicos pasillos

Para que veas cómo trabaja

todavía mi corazón

Para que veas cómo fabrica

incesante el amor, 

cómo construye 

casas, trincheras de amor

con oscuros materiales

con lo poco nada que tendrá

sangre, migajas, pedacitos

con abandonos, carencias

con reemplazos imposibles

con ardientes soledades 

construye amor,

todavía, mi corazón

con uñas que lo defendieran, 

con garras, con dientes, 

con horas de trabajo miserable

con hambre, injusticias, 

con sus sedes,

con bellas furias

con enfermedades

con huesos rotos

con golpes, con golpes

con muertos, con muerte

todavía construye,

mi terco corazón, 

levanta paredes de amor

ventanas llenas de cielo

libertades, desmuere

en su vuelo, resiste

como venganza, fuego

triunfa con la derrota

cocina pan, dulce de hijo

ayuna de vos

de tu corazón

de sus capas

de su nunca

aunque no canta

aunque no vuela

aunque no lucha:

Debí haberle alcanzado mi corazón

Natalia Cattaneo (La Plata, 1986). Es profesora en Letras por la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Se desempeña como docente en escuelas secundarias públicas y como correctora en un medio local. 

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