Tras más de cinco horas de reunión, la UTA levantó el paro de colectivos en el Área Metropolitana de Buenos Aires, pero establece un ultimátum para el pago de diferencias salariales, advirtiendo posibles medidas de fuerza.
Luego de más de cinco horas de reunión en la Secretaría de Trabajo con representantes empresariales, la Unión Tranviarios Automotor (UTA) emitió un comunicado anunciando el levantamiento del paro de colectivos a partir de la medianoche del jueves. Sin embargo, establecieron un ultimátum para el próximo 25 de abril para que las empresas abonen las diferencias salariales, advirtiendo que, de lo contrario, volverán las medidas de fuerza.
Durante toda la jornada, la retención de tareas de los choferes de las líneas de colectivos del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) generó graves dificultades para trasladarse a los más de nueve millones de usuarios diarios del servicio. A pesar de la acumulación de personas en los principales puntos de concentración del transporte de la ciudad y el colapso del servicio de medios alternativos, algunas empresas como DOTA, YITOS y el grupo Autobuses de Lomas de Zamora indicaron que el servicio funcionaba con normalidad, expresando su desacuerdo con la medida de fuerza.
En su comunicado, la UTA anunció el restablecimiento de las tareas habituales a partir de la medianoche del día 12 de abril, pero estableció como último plazo para hacer frente a las diferencias salariales adeudadas el día 25 de abril, fecha a partir de la cual se retomará la retención de tareas si no se regulariza la situación.
El Gobierno, a través de la Comisión Nacional de Regulación de Transporte (CNRT), emitió una fuerte advertencia por la interrupción del servicio, anunciando que sancionaría a las empresas con multas de hasta $4 millones de pesos por el incumplimiento de la frecuencia de los servicios de las líneas de colectivo del AMBA.
Por su parte, las empresas de transporte, representadas por Luciano Fusaro, vicepresidente de la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor, anticiparon que solicitarían a la UTA una tregua en el conflicto para continuar con las negociaciones. Fusaro destacó que se están discutiendo varios aspectos en diferentes áreas del gobierno, como la Secretaría de Transporte, el Ministerio de Economía y la Secretaría de Transporte, en relación con los subsidios y el valor de la tarifa.
La UTA, por su parte, manifestó que las diferencias salariales pendientes se refieren al cumplimiento por parte de las empresas de los aumentos acordados en paritarias. Según el acuerdo, se partió de un valor salarial de $987.000, con la cifra final a establecerse una vez conocidos los índices de inflación de febrero.