Mientras que el 16% se encuentra en situación de indigencia. Tomando como referencia el 2023, la investigación muestra un aumento significativo en las privaciones económicas y destaca la importancia de las transferencias estatales para mitigar la crisis. La situación se agrava actualmente con desafíos estructurales en la economía que afectan el acceso a necesidades básicas como alimentación, salud y educación.
De acuerdo al informe de la Universidad Católica Argentina (UCA), a fin del año pasado el 62,9% de los niños y adolescentes vivía en situación de pobreza y el 16,2% en situación de indigencia, una cifra considerada la más alta desde 2010 Los datos del informe “Trazando el Camino: Privaciones Estructurales, Avances y Desafíos en los Derechos de la Infancia y Adolescencia. Argentina 2010-2023”, publicado hoy, que abarca hasta el 2023.
Además, el estudio señala que el deterioro económico de Argentina durante los primeros siete meses de 2024 podría haber agravado aún más esta situación. Desde 2020, las transferencias de ingresos no contributivas, incluyendo la Asignación Universal por Hijo (AUH), alcanzaron a más del 44% de este grupo de menores. Sin embargo, los autores del informe advierten que sin esta asistencia estatal, las cifras de pobreza e indigencia serían considerablemente mayores.
El informe también resalta que, desde 2011 hasta 2023, hubo un aumento continuo en la proporción de hogares y personas que enfrentan dificultades para acceder a una canasta básica alimentaria o total, con un aumento más pronunciado en la pobreza. Aunque las políticas públicas y el esfuerzo de los hogares apuntaron a mitigar la pobreza, persisten desafíos estructurales en la economía que afectan gravemente a las oportunidades de los menores.
Al considerar una medición multidimensional que incluye otras necesidades básicas, el informe estima que el porcentaje de pobreza se reduce al 56,3%. Entre estos aspectos se incluyen el derecho a la alimentación, la salud, la vivienda, la información y la educación.
El estudio revela que casi un tercio de los niños y adolescentes en el país no puede acceder a alimentos nutritivos y variados debido a limitaciones económicas. En cuanto a la salud, el 55,8% no cuenta con obra social, mutual ni prepaga, dependiendo únicamente del sistema estatal de salud para recibir atención médica. Además, el 39,5% vive en condiciones habitacionales inadecuadas, sin acceso a servicios básicos como agua potable, cloacas o descarga en el inodoro.
En el ámbito digital, el informe indica que el 17,8% de los niños y adolescentes de entre 5 y 17 años no tiene acceso a Internet, el 24,4% no lo utiliza, el 51,1% no posee celular y el 54,7% vive en hogares sin computadora. Además, el 23% de los menores de 3 a 5 años no está escolarizado, una tasa más alta en comparación con la inasistencia a la educación primaria y secundaria. Sin embargo, el 82,6% de los niños de entre 6 y 17 años asisten a escuelas de gestión estatal.
