Lo señala Guillermo Oglietti del CELAG, y hace notar que esto podría frustrar la recuperación económica anunciada por el Gobierno, debido al desajuste entre precios elevados y salarios bajos.
Guillermo Oglietti, subdirector del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG), brindó una perspectiva alarmante sobre la situación económica de Argentina en una entrevista con AM750. Según él, el país se encuentra entre los más costosos del mundo en términos de dólares, un hecho que podría obstaculizar el tan esperado efecto rebote que el Gobierno anticipa.
Oglietti destacó que uno de los aspectos más notables de la economía argentina bajo la gestión de Milei es su encarecimiento en moneda extranjera. Comparativamente, Argentina es considerada “un país caro”, una realidad que cualquiera que haya viajado al extranjero y deba comprar medicamentos puede confirmar. En Argentina, el costo de los medicamentos en dólares es dos o tres veces más alto que en otros países.
Este fenómeno se extiende a una variedad de productos básicos, muchos de los cuales forman parte de la canasta básica. Por ejemplo, el precio del arroz en Argentina es el cuarto más alto del mundo, solo por debajo de países como Alemania y Arabia Saudita.
Para ilustrar aún más la disparidad, Oglietti comparó el precio del litro de leche en Argentina con el de Francia, destacando que, aunque el precio sea similar, los salarios difieren enormemente. Mientras que en Francia el salario mínimo es de alrededor de 1.800 euros, en Argentina ronda los 200.
Este desajuste entre los precios elevados y los salarios bajos ha dejado el poder adquisitivo de los argentinos en una posición precaria, según explicó Oglietti, quien señaló que “estamos en la lona” en términos de capacidad de compra debido a los bajos salarios.
Este panorama plantea serias dudas sobre la tan esperada recuperación económica que el Gobierno ha estado anticipando, especialmente en medio de una recesión severa. Oglietti expresó su escepticismo sobre las afirmaciones de que la economía experimentará un rebote significativo, argumentando que precios tan altos dificultan la llegada de inversiones.
En un momento en que la atención se centra en las reservas y la producción agrícola, Oglietti agregó que incluso con una cosecha exitosa, es poco probable que los agricultores puedan aprovecharla plenamente en la economía argentina debido a los altos costos.