Más de 2.500 trabajadores estatales fueron despedidos este lunes, generando movilizaciones y represión en diversos puntos del país. La disolución del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad y la militarización de organismos públicos intensificaron el conflicto.
Desde la tarde del viernes 28 de junio, más de 2.500 trabajadoras y trabajadores estatales de diferentes organismos, áreas y regiones fueron despedidos por la gestión del presidente Javier Milei. Los contratos, que tenían validez hasta el 30 de junio, simplemente “no fueron renovados”, lo que provocó una alerta y movilización de despedidos, sindicatos y movimientos sociales en todo el país.
Desde la mañana, diversos edificios públicos, como el ex Ministerio de Desarrollo Social, Capital Humano e INTI, fueron rodeados por operativos de seguridad ante la movilización convocada por diferentes sindicatos. La jornada de protesta fue masiva y simultánea, con represión y detenidos.
En el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), donde también se habían congregado trabajadores junto a sindicatos y organizaciones, fueron brutalmente reprimidos y dos personas, Sergio Melo, delegado de ATE Inaes, y Damián Pereyra, trabajador de la CTA, fueron detenidos. “Se los llevaron y no estaban haciendo nada, los tuvieron dando vueltas y ahora estamos aquí esperando, el abogado de ATE ha pedido su excarcelación”, dijo Adriana Pinzón, de ATE Inaes.
En un comunicado, trabajadoras del extinto Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad expresaron que “la disolución del organismo y que ya más del 80% de las trabajadoras fueron notificadas de la no renovación de sus contratos”. Consideraron que “el gobierno de Milei será el primero desde el retorno de la democracia que no tenga un organismo específico para trabajar las problemáticas vinculadas a género y diversidad, incumpliendo así los compromisos nacionales e internacionales en la materia, generando un gran retroceso en materia de Derechos Humanos”.
El comunicado también señala la responsabilidad del ministro Mariano Cúneo Libarona y de la subsecretaria Claudia Barcia “como responsables políticos y materiales de este vaciamiento y todas las consecuencias que puedan producirse por el cierre de este organismo”.
Este lunes, en su cuenta oficial de la red social X, Cúneo Libarona reivindicó su accionar: “Hemos despedido al 85% de los empleados del ex Ministerio de la Mujer. Los restantes pasarán a cumplir funciones dentro de la órbita de la Dirección de Protección a la Familia, y asistirán a TODOS los argentinos que atraviesen una situación de violencia y riesgo”. No obstante, el desmantelamiento de las políticas de prevención y abordaje de violencias de género es evidente.
En la intersección de 9 de Julio y Belgrano, en el ex Ministerio de Desarrollo Social, donde funciona la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia, así como el Ministerio de Salud, Alejandra Bazzalo, de la Junta de ATE Desarrollo Social, denunció que “está militarizado el organismo, por las rejas los secretarios gremiales presentaron una nota y ahora un grupo está yendo a hacer lo mismo a las oficinas de Capital Humano”. Los gremios piden la conformación de una mesa de diálogo para la reincorporación de los despedidos y despedidas, pero hasta el momento no han sido recibidos ni sus pedidos contestados.
“Hemos tenido más de 300 despidos que se corresponden con nuestros compañeros que desarrollaban tareas territoriales, tanto en los Centros de Referencias (CDR) como en los dispositivos de atención a los titulares de programas sociales”, contó Ingrid Manfred, secretaria general de ATE Desarrollo. Manfred fue categórica: “esta es la decisión del exterminio de la política pública, del exterminio y la desaparición de nuestro organismo, que desde el 10 de diciembre está totalmente paralizado”. También denunció la violencia y crueldad con la que la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, persiste en negar la entrega de alimentos a comedores, la entrega de medicación a personas vulnerables y el cierre de oficinas de atención destinadas a esa misma población. “Además, al mismo tiempo, se despide a trabajadoras y trabajadores con más de 10 años de antigüedad, sumamente comprometidos con la realidad social, acá no hay ñoquis sino que eran trabajadores cuyos puestos de trabajo estaban garantizando el acceso a los derechos”, expresó. Minutos después, ante la multitud reunida frente al ministerio, exclamó: “Echaron a los compañeros territoriales, los que están más cerca de las necesidades porque no quieren que mostremos lo que está pasando, no quieren que mostremos que la gente se está cagando de hambre”.