El cierre de la Secretaría dejará a 500 trabajadores sin empleo y paralizará programas clave de vivienda, afectando a más de 103.000 obras. Los gremios denuncian que la medida perjudica gravemente a la industria de la construcción y las economías locales, y anuncian acciones políticas y judiciales para frenar el desmantelamiento.
El gobierno de Javier Milei continúa con su política de recortes y ajustes, esta vez afectando gravemente la Secretaría de Hábitat y Vivienda. Luis “Toto” Caputo confirmó la eliminación de este organismo y el Fondo de Integración Socio Urbana (FISU), lo que dejará a 500 trabajadores sin empleo a partir del 1 de marzo. Esta medida también implica el fin de programas clave de vivienda como el Procear, Casa Propia y Fonavi. En el primer año de la gestión de La Libertad Avanza, 103.367 obras fueron paralizadas, afectando a más de 1800 convenios y 170.000 empleos directos en el sector de la construcción.
Los gremios advierten que el cierre afectará profundamente a la industria de la construcción y la economía local. En muchas zonas, los trabajos no solo están detenidos, sino que incluso se dejaron materiales a la intemperie, lo que deteriora las viviendas a medio terminar. Además, algunos municipios y provincias solicitaron poder continuar las obras, pero la Nación no habilitó el traspaso.
Este desmantelamiento comenzó en diciembre de 2023 con la paralización de obras, y se intensificó en 2024 con la eliminación del fondo fiduciario del Procrear, creado en 2012. Este programa había permitido que más de medio millón de familias accedieran a la vivienda propia. Además, el Gobierno también eliminó otros fondos internacionales para proyectos dirigidos a poblaciones vulnerables, como las que viven en villas o comunidades originarias.
La parálisis de estas obras tiene un impacto devastador no solo en las personas afectadas directamente, sino también en las economías locales, con más de 21.000 industrias afectadas y miles de empleos indirectos en peligro. La falta de obras también generó una caída significativa en el empleo en el sector de la construcción, con 66.000 puestos perdidos en 2024.
Ante esta situación, los trabajadores se movilizaron en defensa de sus puestos de trabajo y para exigir la reactivación de las obras. Ayer realizaron un abrazo simbólico en la sede de la Secretaría de Hábitat y Vivienda en la Ciudad de Buenos Aires, y anunciaron que impulsarán acciones políticas y judiciales para frenar el cierre y el desmantelamiento del organismo.