EL AGUINALDO, EN CUOTAS: EL OASIS QUE NO ALCANZA EN ARGENTINA

En un escenario de inflación a la baja pero consumo desplomado, el Sueldo Anual Complementario (SAC), más conocido como "aguinaldo", se convierte en un salvavidas que muchas empresas pagan en cuotas o directamente adeudan. La situación expone la creciente fragilidad económica de los asalariados y la informalidad laboral.

En un escenario de inflación a la baja pero consumo desplomado, el Sueldo Anual Complementario (SAC), más conocido como «aguinaldo», se convierte en un salvavidas que muchas empresas pagan en cuotas o directamente adeudan. La situación expone la creciente fragilidad económica de los asalariados y la informalidad laboral.

La llegada del medio aguinaldo en este julio de 2025 fue esperada con una ansiedad por los trabajadores argentinos. En medio de una crisis económica que combina una incipiente desaceleración inflacionaria con un drástico derrumbe del consumo, producto de la pérdida de poder adquisitivo, el Sueldo Anual Complementario (SAC), más conocido como aguinaldo, se presentaba como un «oasis» vital para enfrentar el día a día. Sin embargo, la realidad para muchos trabajadores fue desalentadora: pagos en cuotas o, directamente, la ausencia total de este ingreso extra, sin contar a quienes subsisten en la economía informal, donde el aguinaldo es una quimera.

La tendencia a fragmentar el pago del aguinaldo se extiendió por diversos sectores de la industria. Entre los casos más resonantes, figura Cerámica Alberdi, la empresa del presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Martín Rappalini, en Salta. Según la Federación de Obreros Ceramistas (Focra), la compañía se negó a pagar en una sola cuota, desatando acciones gremiales a las que respondió con un lockout. Los obreros, perplejos, señalan que la empresa mantiene niveles de venta normales e incluso invierte en maquinaria, lo que pone en tela de juicio su alegada falta de liquidez. La Secretaría de Trabajo será el escenario de una reunión clave este miércoles para intentar destrabar el conflicto.

Otro caso emblemático es el de la metalmecánica IMPSA, de Mendoza, la primera empresa privatizada bajo el gobierno de La Libertad Avanza. A pesar de haber festejado en mayo un balance con una ganancia superior a los $12.800 millones, propuso pagar el aguinaldo en cuatro cómodas cuotas. La justificación de la empresa es que se le adeudan pagos de proyectos en ejecución. La Unión Obrera Metalúrgica (UOM) criticó la decisión, recordando que IMPSA ya venía fraccionando los pagos del último acuerdo paritario.

Esta lógica de empresas con actividad, pero sin liquidez para cumplir compromisos básicos, se repite en otros rubros. Granja Tres Arroyos, con plantas en varias provincias, informó que pagará el aguinaldo en dos cuotas, argumentando un «mal momento» del negocio. No obstante, sus trabajadores aseguran que la producción se mantiene en niveles óptimos y que las ventas están en ascenso.

El listado de empresas con dificultades para afrontar el pago completo del aguinaldo se alarga por todo el país. Petroquímica Río Tercero, en Córdoba, adeuda tanto el aguinaldo como el salario de junio, mientras que Porcelanatos Ilva, de Pilar (Buenos Aires), combinó la fragmentación del aguinaldo con suspensiones de empleados. En Corrientes, la Unión Tranviarios Automotor (UTA) esperaba el pago total del medio aguinaldo y no descartaba medidas de fuerza.

Para poder cumplir, aunque sea parcialmente, con el aguinaldo, muchas empresas debieron recurrir a préstamos del sistema financiero. Un ejemplo de la urgencia se vio en el Banco Santa Fe, que en una semana recibió más de 100 solicitudes de préstamos al 39,9% y a un plazo de 180 días, evidenciando la necesidad de liquidez.

En ese sentido, un informe de la consultora Focus Market, basado en 7.500 consultas a nivel nacional, revela el destino principal del medio aguinaldo: cuatro de cada diez argentinos lo destinarán al pago de deudas y al «esfuerzo heroico de llegar a fin de mes».

El estudio detalla que el 31% utilizará el ingreso para cubrir gastos generales esenciales como expensas, colegios, servicios y medicina prepaga, que cada vez son más difíciles de afrontar con el salario mensual. Un 9% lo destinará a saldar compromisos pendientes, y apenas un 2% de los consultados afirmó que lo usará para stockearse en comercios.

El análisis de Focus Market es contundente: el aguinaldo ha dejado de ser una oportunidad para realizar una compra importante o planificar un viaje corto. En el contexto actual de caída del poder adquisitivo, el disfrute del argentino promedio debe esperar y la prioridad ineludible es, simplemente, poder subsistir hasta el próximo salario.

La crisis económica sigue impactando de lleno en el día a día de los trabajadores, redefiniendo el propósito de un ingreso que, históricamente, solía ser sinónimo de planificación y desahogo.

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