EL PERONISMO PREPARA UNA MARCHA “CONTUNDENTE” CONTRA LA REFORMA LABORAL

La movilización tendrá como epicentro Plaza de Mayo y contará con la participación de centrales sindicales, organizaciones sociales y espacios políticos. Diciembre asoma conflictivo mientras el Gobierno acelera el tratamiento del proyecto y profundiza artículos que golpean la estructura sindical.

La movilización tendrá como epicentro Plaza de Mayo y contará con la participación de centrales sindicales, organizaciones sociales y espacios políticos. Diciembre asoma conflictivo mientras el Gobierno acelera el tratamiento del proyecto y profundiza artículos que golpean la estructura sindical.

El proyecto de “modernización laboral” que el Ejecutivo envió al Congreso activó una reacción inmediata del peronismo, que resolvió convocar a una movilización masiva a Plaza de Mayo y a distintos puntos del país. La iniciativa se conoció el mismo día en que el oficialismo confirmó su intención de avanzar con el tratamiento exprés de la reforma durante las sesiones extraordinarias, con el objetivo de aprobarla antes de fin de año, pese a las objeciones legales y políticas que genera su articulado.

La hoja de ruta parlamentaria todavía presenta incertidumbres, ya que el ingreso por el Senado podría quedar bloqueado por la inclusión de aspectos tributarios. Aun así, el Gobierno apuesta a imponer el ritmo y confía en que el contexto de fin de año debilite la capacidad de respuesta en las calles, una lectura que el peronismo discute a la luz de antecedentes recientes como las jornadas de diciembre de 2017 o la crisis política de 2001.

En ese marco, la decisión de movilizar se tomó de manera unánime y no se descarta avanzar hacia medidas de mayor alcance, como un paro nacional. Dirigentes del espacio remarcaron el rechazo “terminante” al contenido del proyecto y subrayaron que las objeciones ya habían sido planteadas en las instancias formales de diálogo, sin que el Ejecutivo diera señales de retroceder.

El intento oficial de desactivar el conflicto mediante concesiones parciales no alteró el escenario. Aunque el texto final flexibiliza algunos puntos vinculados al financiamiento sindical, el corazón de la reforma se mantiene intacto: la eliminación de la ultraactividad de los convenios colectivos, la alteración de su orden de prelación y el impulso a acuerdos por empresa que fragmentan la negociación colectiva. El propio ministro Federico Sturzenegger admitió que el objetivo es “desarticular la estructura sindical”.

Además, el proyecto incorpora mecanismos que facilitan la creación de sindicatos por empresa, una estrategia que desde el peronismo interpretan como un intento de perforar la organización sindical mediante entidades “amarillas”, con antecedentes claros en experiencias del macrismo. Para los sectores convocantes, se trata de un ataque directo al derecho laboral, a la acción colectiva y a la existencia misma de las organizaciones gremiales.

La convocatoria ya sumó el respaldo de las dos CTA, organizaciones sociales y movimientos piqueteros, que declararon el estado de movilización permanente. Espacios del sindicalismo combativo y de la economía popular también confirmaron su participación y reclamaron un plan de lucha sostenido para frenar lo que definen como una reforma “redactada en los estudios de abogados de los grandes grupos empresarios”.

La concentración está prevista a partir del mediodía, con el objetivo de colmar Plaza de Mayo durante la tarde. La organización espera una convocatoria multitudinaria y anticipa que la marcha será solo el primer paso de un conflicto que promete escalar si el Gobierno insiste en avanzar con una reforma de alcance histórico.

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