Tras conocerse el dato oficial de inflación de noviembre, la expresidenta cuestionó la política económica del Gobierno y comparó el presente con el cierre de su último mandato. Señaló endeudamiento, ajuste y contradicciones internas en el oficialismo.
La exmandataria sostuvo que la baja del índice mensual se obtiene “después del ajuste más grande del que se tenga memoria” en materia de salarios, jubilaciones, obra pública y fondos provinciales. También enumeró decisiones recientes del Ejecutivo: un nuevo endeudamiento con el FMI por 20 mil millones de dólares, la intervención de Donald Trump como impulsor de apoyo externo y la estrategia de Luis “Toto” Caputo para tomar más deuda en moneda dura. Según CFK, ese combo confirma un rumbo que golpea el poder adquisitivo y compromete la sostenibilidad futura.
En el tramo más político de su publicación, comparó la inflación actual con la de noviembre de 2015, cuando terminaba su segundo mandato: “La inflación que ellos decían que había era más baja que la de Milei”, afirmó, y subrayó que en ese momento el país no debía ni un dólar al Fondo Monetario. También recordó que su administración había cancelado préstamos contraídos durante gestiones anteriores.
La exvicepresidenta además enumeró hitos de su gestión para marcar contraste: salarios y jubilaciones entre los más altos de la región, el despliegue del Conectar Igualdad, políticas de acceso a medicamentos y pensiones, y avances en la industria satelital. Afirmó que la lista excede los límites de una publicación en redes, pero que resulta necesaria para contextualizar el debate actual.
El mensaje reactivó la discusión sobre el impacto social del programa económico y devolvió a CFK al centro de la escena digital. El Gobierno, por ahora, evita responder de manera directa, aunque en el oficialismo saben que cada intervención de la exmandataria reordena a la oposición y tensiona el clima político justo cuando busca sostener su narrativa de que, aun con señales débiles, la economía “avanza según lo previsto”.
