Esto afecta a las tarifas y genera desafíos para los gobiernos locales en la coordinación de políticas y servicios de transporte.
Tras la caída de la “ley ómnibus” y en medio de una intensa disputa con los gobernadores, el Gobierno nacional ha eliminado todos los subsidios a las empresas de transporte público de pasajeros en las provincias. Esto incluye la liberación del precio de los colectivos en las ciudades y la eliminación del Fondo Compensador del Interior.
Según fuentes oficiales, las empresas de micros y colectivos de jurisdicción nacional que operan en las provincias ahora pueden establecer libremente el precio de las tarifas para viajar. “Podrán fijar la tarifa que consideren adecuada para el recorrido que prestan”, afirmaron.
Como resultado, los subsidios a los pasajeros en las provincias se canalizarán mediante un descuento único y generalizado del 55% para los usuarios de la tarjeta SUBE registrada. El objetivo del gobierno de Javier Milei es que los fondos lleguen “directamente a los ciudadanos” sin la intermediación de los gobiernos provinciales.
Por esta razón, también se ha decidido eliminar el Fondo Compensador del Interior a partir de este año, cuyas sumas eran recibidas por empresas prestadoras de servicios en el resto del país.
Estas medidas son coherentes con el Pacto Fiscal firmado entre Gobernadores Provinciales y el Gobierno Nacional en 2017 y 2018, donde se comprometieron a eliminar gradualmente los subsidios diferenciales en materia de transporte para el AMBA, así como permitir que las provincias definan compensaciones tarifarias y/o subsidios al transporte público.
En el caso del AMBA, el Gobierno ya había reducido los subsidios y establecido aumentos bimestrales según la inflación oficial medida por el INDEC. Desde el 6 de febrero, el boleto de colectivo pasó a costar $270 y el tren $130 para los usuarios con la SUBE nominalizada.
La Asociación Argentina de Empresarios de Transporte aclaró que esto no tiene un impacto inmediato en el AMBA, ya que la tarifa de $270 sigue vigente.
Las provincias más afectadas por esta decisión son, sin duda, Córdoba y Santa Fe, donde las ciudades de Córdoba, Rosario y Santa Fe tienen la mayor cantidad de pasajeros, líneas y unidades en sus sistemas de transporte urbano.
Con la eliminación de los subsidios a las empresas, se espera que el precio del colectivo aumente de inmediato, lo que obligará a los gobernadores Martín Llaryola y Maximiliano Pullaro a coordinar acciones con los intendentes de las tres ciudades para mantener los servicios. Esto podría generar conflictos políticos y sociales, ya que el transporte público en estas ciudades es fundamental para la clase media trabajadora.
