El presidente se arriesga a provocar un conflicto con Rusia. Esto se da en el marco de un debilitamiento de las relaciones diplomáticas y comerciales con China por la necesidad de Milei de alinearse incondicionalmente con Estados Unidos. Su antecedente más cercano es el envío de tropas y navíos a la Guerra del Golfo en 1990 por decisión de Carlos Menem.
Javier Milei expresó su interés en incluir a Ucrania en su próxima gira por Europa programada para el mes de junio. Fue invitado por Giorgia Meloni para participar en la cumbre del G7 en Borgo Egnazia del 13 al 15 de junio.
En declaraciones radiales, Milei mencionó que existe contacto entre los gobiernos y que el ministro de Defensa está en comunicación con las autoridades ucranianas, ofreciendo ayuda en lo que sea posible. Además, confirmó la organización de un foro en defensa de Ucrania en Latinoamérica.
El Presidente también mencionó la posibilidad de enviar armamento a Ucrania, una medida que está siendo discutida entre el ministro de Defensa, Luis Petri, y las autoridades ucranianas para determinar cómo pueden colaborar.
El itinerario del viaje incluirá paradas en el G7, Madrid para recibir el premio Juan de Mariana, y Alemania para recibir una medalla de honor. Además, Milei anticipó su intención de reunirse con el canciller alemán, Olaf Scholz, y el presidente francés, Emmanuel Macron.
El viaje ha sido planeado desde el inicio de su mandato y fue discutido personalmente con el presidente Zelenski durante su ceremonia de asunción el 10 de diciembre. A pesar de haber considerado incluirlo en su gira por Davos, Israel e Italia, finalmente no fue posible.
La posibilidad de una intervención directa del gobierno en el conflicto es vista como muy riesgosa por los diplomáticos, ya que podría desencadenar tensiones con Rusia y comprometer la posición de los aliados de Ucrania.
Esta iniciativa contrasta con la postura de Estados Unidos, principal apoyo económico y militar de Ucrania, que ha comenzado a retirar su respaldo. Incluso Donald Trump ha mostrado disposición para poner fin al conflicto y ha enviado señales de acercamiento a Putin.
En Europa, aliados como Meloni y Viktor Orbán han mantenido cierta distancia del conflicto, mientras que Francia y Alemania enfrentan tensiones internas sobre la necesidad de continuar involucrados en un conflicto que les ha generado problemas económicos y energéticos.
En cuanto a la posibilidad de enviar tropas o armamento, se requeriría la aprobación del Congreso, ya que está previsto por la Constitución y hay una ley especial al respecto. Sin embargo, el caso de enviar armamento no está tan claro y podría generar controversia al apoyar a un país en guerra sin la aprobación del Congreso.
Este caso recuerda la decisión de Carlos Menem de involucrar a Argentina en la Guerra del Golfo en 1990 mediante decreto, enviando dos fragatas misilísticas y 450 marinos para apoyar el bloqueo naval contra Saddam Hussein.