La abrupta disminución en la frecuencia de colectivos en el Área Metropolitana de Buenos Aires desencadena caos entre los usuarios. Empresarios del sector argumentan insostenibilidad mientras una reunión clave busca resolver el conflicto.
Una jornada adicional de aplicación de la reducción en la frecuencia de las diversas líneas de colectivos está generando más inconvenientes entre los usuarios, justo antes de una reunión crucial que podría resolver el conflicto. La Secretaría de Transporte tiene programada una reunión con las compañías del sector este jueves, tras la implementación de la medida que afecta notablemente a aquellos que deben trasladarse hacia y desde el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
Aunque la reducción comenzó a implementarse a finales de la semana pasada, apenas impactó en los usuarios hace unas pocas horas, luego de los días de feriado por Navidad. La frecuencia se redujo a la mitad por decisión de los empresarios del sector, como parte de su reclamo por un aumento en los subsidios.
Las cámaras que representan a las diferentes empresas de colectivos argumentan que la situación actual es insostenible y que la disminución de la frecuencia, de manera indefinida, es una estrategia para hacer frente al servicio y mantener las unidades en circulación. Por lo tanto, la reunión programada para hoy se vuelve crucial para encontrar una solución en medio de la compleja situación que afecta a las empresas debido a la reducción de subsidios.
Como era de esperarse, se formaron largas filas en las principales terminales de la Ciudad, como Retiro, Once y Constitución, mientras los usuarios esperaban las unidades que se dirigían hacia el conurbano. La Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (AAETA) señala una brecha significativa entre la tarifa, congelada desde agosto, y los costos que aumentan diariamente, como el combustible.
