Literatura
Como el que escucha las voces en un bar y distingue fragmentos inteligibles entre el coro de rumores. Como el que entiende mal lo que escucha. Como el que se queda rumiando, y descomponiendo y barajando, los elementos de ese discurso antes de llevarlos a la página. Los poemas de Julián Bejarano (Buenos Aires, 1983) parecen nacidos de la oralidad pero también del eco interno y la variación exacerbada. El proceso de la puesta por escrito afecta el material, magnifica sus disonancias y enfatiza el ruido de la maquinaria.
Liquidámbar be real para Marina bla bla bla bla bla bla Lynn margulis endosimbiosis bla bla bla bla bla bla gotitas de leche bla bla bla bla un tero por el piso de mi cabeza en San Benito bla bla bla trabada a la oreja una rosa blanca robada del parque bla bla bla bla un fiesta rojo trajo un gel para el amor a domicilio bla bla bla bla mates en la cama galletitas 2x1 del viejo ese Cormillot bla bla bla bla cheto de litro Stanley por la ventanas las palomas rompen el techo del edificio del enfrente bla bla bla bla los ronquidos de la noche después de los gemidos de la noche bla bla bla bla el amanecer de un black out roto bla bla bla bla la energía es el principio de todo, ¿pero de dónde salió? bla bla bla bla el Carnalli envasado al vacío del coto a mil pesos bla bla bla bla besos fritos revueltos en claras a las seis bla bla bla bla este no, este sí, este no, este sí, este no, este sí bla bla bla bla la enana blanca que habla borracha en Tierra Bomba bla bla bla bla que un gato trajo a los otros cinco y se quedaron bla bla bla bla foxetin suspende el polvo segundo bla bla bla bla con cosito sin cosito con cosito sin cosito con cosito sin cosito mejor la pastilla para sin cosito bla bla bla bla fragola y pana pistacho dulce de leche tofi mil doscientos Gianduia bla bla bla bla una rodilla rota que baja las escaleras del parque Urquiza bla bla bla bla el caserón del monseñor frente a la gula del Paraná bla bla bla bla la blanquita las pecas y tus manos en la pancita gordita tres kilos de amor bla bla bla bla el gimnasio que no baja la parte baja del abdomen bla bla bla bla mates largos reels de instagram que pasan ahí bla bla bla bla Santiago del estero la alarma del ascensor lo estaciono acá o en la otra cuadra bla bla bla bla después lo traigo más cerca bla bla bla bla Dante Caputo 1985 Argentina duermo en el cine ronco un balde de pochoclo bla bla bla bla todo el tiempo quiero comer bla bla bla bla no eso no, no eso no, no seas guaso, despacito, no seas guaso bla bla bla bla los prohibidos en la noche sin banquetas en Russell bla bla bla bla la segunda cita de tinder sobre la tarima cerveza caliente, me mato dos cocas en la barra bla bla bla bla ahora tomo cerveza sin alcohol ahora tomo cerveza sin alcohol bla bla bla bla primera cita de Tinder la noche de la banda de los copitos, el fierro sobre la cabeza de Cristina bla bla bla bla las cajitas el amor los zorzales Rolón el amor otra vez bla bla bla bla las peleas el enojo las peleas el enojo las peleas el enojo las peleas bla bla bla bla los ojos hinchados todas las cosas que haces sos un fantasma bla bla bla bla reforzar el vínculo con mi madre no enojarme con mi amigo mati bla bla bla bla sos un boludo, cuándo te la vas a jugarte por alguien alguna vez, sos un careta bla bla bla bla ni empedo te amo no vayas a mi cumple bla bla bla bla conocer los amigos sociales bla bla bla bla el flo que torea el cariño de la rosi la prince debajo de la frazada bla bla bla bla Clotilde la cabra que muerde por crímenes de lesa humanidad bla bla bla bla en qué cabeza cabe que sea tan cachucha bla bla bla bla los lentes que se sacan...... El vendedor de sandías Un vendedor de sandías sobre circunvalación veinticuatro horas al día los montoncitos de sandías debajo de la noche por circunvalación iluminadas por la luz de la luna zona parque industrial las montañas de sandías debajo de los árboles a la mañana transpirabas por el sol las cáscaras verdes que penan zona parque industrial hasta que no venda todas las sandías el vendedor se tiene que quedar hasta que no venda se tiene que quedar que quedar se tiene el vendedor de sandías hasta que no venda todas se tiene que quedar hasta agotar stock hasta que no quede ninguna se tiene que quedar de sandías hasta que no venda el vendedor zona parque industrial el vendedor de sandías zona parque industrial zona parque industrial zona parque industrial les trabajadores sexuales zona parque industrial nadie ya revolea las carteras tacos altos short cortos mucha piernas debajo de la luna zona parque industrial brilla la bijouterie transferencias a través de alias de mercado pago transferencias que flashean por el bluetooth de la noche a través del alias de mercado pago y el vendedor de sandías detrás de la montaña de pelotas verdes vendedor verde óvalos vende todo el día vende óvalos verde todo el día todo el día detrás de los óvalos verdes que vienen de otra galaxia óvalos vende el vendedor verde descarga los rayos la patrulla de ovnis en la noche verde vende que te vende el vendedor verde verde que vende verde vende vendo verdes vendo sandías verdes jugosas adentro rojas sería mortal encontrar a la sandía sin semilla la más buscada la icónica sin semilla la icónica sin semilla la cónica sandía sin semilla capaz vendo icónico óvalo verde vende las veinticuatro horas del día las veinticuatro horas del día con la icónica sandía sin semilla la sin semilla por transferencia todo el día por alias por bluetooth por bluetooth icónico óvalo verde zona parque industrial que flashea bluetooth de otra galaxia pero en realidad es correntina la sandía de planta rastrera es que nace el óvalo verde de la rastrera tierra correntina una planta una sandía una planta una sandía una planta una sandía una planta una sandía una planta una sandía una planta una sandía y así de la rastrera tierra correntina colorada con semilla hasta zona parque industrial el vendedor de sandías las veinticuatro horas del día el vendedor de sandías las veinticuatro horas del día el vendedor de sandías las veinticuatro horas del día con la sandía las veinticuatro horas del día con la sandía día sandía vendedor verde las veinticuatro horas hasta que no queden más no se puede mover tiene más de cuatrocientas sandías zona parque industrial Comprar es vivir una deuda acomodada después que cierra la tarjeta una confianza de acá a unos meses los días mientras tanto pasan pasan los días en cuotas me endeudo en el futuro deuda futuro proyecto un futuro a través de una deuda vivo en el futuro mi crédito me proyecta tengo futuro cuando tengo una deuda una deuda camino por mi ciudad con la deuda tengo crédito tengo sombra tomo mate dentro de la deuda tengo crédito estoy tranquilo el poder de la deuda es mi confianza hacia el futuro no existo sin mi deuda las cuotas que debo una música incesante contemplo las cuotas de mi mañana brillante la brillante descarga de mi resumen del mes comprar es vivir apuesto a la deuda el dinero después viene y ordena vivir al día es como morir hoy el porvenir de la deuda en confianza con el deseo proyecto en el deseo la potencia del resumen descargado del consumo de mi vida deseo deuda cuotas confianza en el medio de la crisis periódica yo me encontré endeudado en una ciudad próspera llena de obras porque la ruta despejada de mi vida había encontrado a los cuarenta debe deseo debo deseo deseo deber deber deseo deber debo deseo deuda debo deseo deber debo deseo debo desear deber deseo deber debo debo deseo al deber de desear debear deseo desear deber deuda deber deseo en el medio del deseo de la deuda me encuentro yo deseado porque en la potencia de la crisis había encontrado la fuerza casi a los cuarenta había encontrado en la crisis de deuda la potencia de mi deseo en la ciudad iluminada por las obras un poco más para allá del medio más allá más allá más allá más allá
Julián Bejarano nació en 1983 en Buenos Aires; reside en Paraná desde 1989. Publicó los libros de poesía A Eda, por su dulzura (Ediciones de la intemperie, Paraná, 2008) y La prefabricada (Colección Chapita, Bs. As., 2009). Cofundó en Paraná los sellos editoriales Ese es otro que bien baila, en el que salieron Humito (2010) y Superclásico (2011), y Gigante, con el que sacó Los Materiales (caja que contiene los libros de poesía El alguacil y la tucura, El cero dorado de marzo, Nunca quiero que la fiesta se termine, Farmacia y Los cimientos, 2012), Amor (reversiones de poemas de Arnaut Daniel, 2014) y Camorra (2015). En colaboración con Ariel Delgado publicó, bajo el seudónimo Román Sangoy, Pillín (Ese es otro que bien baila, 2010) y Las chicas de barrio son mejores cuando te lastiman (Gigante, 2012). Además, es autor de Ambiente Aluminio (Fadel & Fadel, 2017), Sombra Grande (Lomo, 2018), Dinero (Slimbook, 2020) y Hecho social total (Neutrinos, 2023). Integra la antología 30.30, poesía argentina del siglo XXI (ES, EMR y CCPE/AECID, Rosario, 2013). Escribe semanalmente un diario online en mal.ar. Su primera novela, obtuvo el primer premio (compartido) en el Concurso Regional de Nouvelle EMR 2024, cuyo jurado estuvo integrado por Juan José Becerra, Malena Rey y Soledad Urquia.