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UNIVERSIDADES EN PARO: DOCENTES PERDIERON MÁS DEL 45% DE SU PODER ADQUISITIVO

Las federaciones Conadu y Conadu Histórica convocaron a un paro de 72 horas que afecta a 60 universidades nacionales. La medida surge en respuesta al deterioro salarial y la falta de acuerdo en las negociaciones paritarias con el gobierno.

Las dos principales federaciones de docentes universitarios del país, Conadu y Conadu Histórica, acordaron lanzar un plan de lucha que comenzará con un paro de 72 horas, desde mañana hasta el miércoles. Por su parte, los trabajadores no docentes se sumarán a la medida con un paro este lunes, seguido de otro la próxima semana, el martes y miércoles.

“Por supuesto que el cuatrimestre está comprometido”, afirma Ileana Celotto, secretaria general de la Asociación Gremial Docente de la UBA (AGD-UBA), el sindicato más representativo de la universidad con mayor matrícula del país. La medida afectará a 60 universidades nacionales, donde laboran cerca de 190 mil docentes y estudian alrededor de dos millones de jóvenes.

El impacto del 23 de abril
La masiva movilización del 23 de abril dejó claro al gobierno que no existe consenso para avanzar en el desmantelamiento de la educación superior, que la sociedad argentina considera una conquista histórica. Esto incluye a jóvenes que votaron por La Libertad Avanza y que estudian en universidades privadas.

El impacto de esa movilización llevó al gobierno a revisar su política de congelamiento presupuestario a los niveles de 2023, lo que implicaba un ajuste real de casi el 300%. En respuesta, se acordó con la UBA y luego con el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) un incremento del 270% en las partidas para funcionamiento. Sin embargo, ese segmento del presupuesto representa solo el 8% del total, mientras que casi el 90% corresponde a recursos humanos, tanto docentes como no docentes.

Salarios por debajo del umbral de la pobreza
Desde que asumió el gobierno actual, los trabajadores universitarios han visto un retroceso salarial real que supera el 45%. El salario de un Jefe de Trabajos Prácticos (JTP) con dedicación semiexclusiva ya no alcanza para cubrir la canasta básica alimentaria, que para una familia de cuatro miembros se situó en junio en 393.313 pesos.

El ajuste fiscal impulsado por el gobierno, junto con la particular animosidad del presidente Javier Milei hacia la universidad pública (aunque él mismo se graduó en la Universidad de Belgrano), ha hecho que los trabajadores universitarios sufran una mayor pérdida de poder adquisitivo que cualquier otro grupo de asalariados. Hasta mayo, los salarios habían subido en promedio un 89%, frente a una inflación acumulada del 116%, lo que equivale a una pérdida real del 12,4%. Dentro de este panorama, los trabajadores registrados del sector privado cedieron un 6,5% de su poder adquisitivo, mientras que los no registrados perdieron un 22,4%. Según el Indec, el salario de los empleados públicos en general cayó un 18,4% entre diciembre de 2023 y mayo de 2024, menos de la mitad de lo que resignaron los trabajadores universitarios.

Una provocación del gobierno
El viernes pasado, el gobierno convocó a los sindicatos universitarios a una nueva reunión en la que anunció incrementos salariales del 3% para agosto y del 2% para septiembre. Según el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) publicado por el Banco Central, se espera que la inflación en esos meses sea del 3,8% y 3,7%, respectivamente. Lejos de atender los reclamos de recomposición salarial de los gremios, el gobierno parece decidido a profundizar la pérdida de poder adquisitivo.

Entre los docentes, esta medida se percibe como una provocación abierta. “Estamos ante una nueva provocación del gobierno, que desvirtúa el ámbito paritario con una decisión unilateral que consolida salarios por debajo de la línea de pobreza. Solo añade leña al fuego del conflicto”, declaró Federico Montero, secretario de Organización de CONADU.

Ante este desafío, los gremios consideran clave ganar el apoyo de los dos millones de estudiantes para su causa. Por ello, suspenderán la medida el jueves y viernes para realizar clases públicas, tomar contacto con los estudiantes y preparar políticamente los paros de 48 horas de la semana siguiente. Celotto, en declaraciones a Tiempo, señaló que “el gobierno niega la negociación paritaria. Debemos recuperar lo que hemos perdido, que ronda el 50%. Existe la percepción de que en la universidad se ganan los mejores sueldos, pero estamos por debajo del umbral de indigencia. Los docentes empiezan a replantearse su continuidad en la universidad porque, por primera vez, se gana más en otros niveles educativos”. Celotto subrayó la importancia de que se entienda que “defender nuestros salarios es defender la universidad pública contra el vaciamiento que está realizando este gobierno”. Por ello, dijo, “hablaremos con los estudiantes para que se sumen a la defensa de nuestros salarios y, así, de la universidad”.

Los gremios esperan acumular la fuerza necesaria para forzar un cambio en la postura del gobierno y, en caso contrario, preparan una nueva movilización nacional para la segunda quincena de septiembre.

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