El desempleo creció un 22% en un año, afectando a casi un millón de personas, y la informalidad laboral alcanzó al 36,8% de los asalariados. Además, la tasa de actividad aumentó, reflejando una mayor necesidad de empleo debido a la caída de los ingresos familiares.
En el último año, la desocupación aumentó un 22% y afecta a casi un millón de personas, mientras que la informalidad laboral alcanzó al 36,8% de los asalariados, según el informe del Indec. La tasa de actividad también subió, indicando una mayor necesidad de trabajo debido a la caída de los ingresos.
De acuerdo con el informe de Mercado de Trabajo del Indec, durante el tercer trimestre de este año, el desempleo afectó al 6,9% de la población en conglomerados urbanos, lo que representa un incremento de 1,2 puntos porcentuales respecto al mismo período del año anterior, cuando la tasa de desocupación era del 5,7%. Esto implica un aumento del 22% en el número de desocupados, pasando de 814 mil a 994 mil personas en solo un año dentro de las principales áreas urbanas, que abarcan a casi 30 millones de habitantes.
A nivel nacional, se estima que más de un millón y medio de personas buscan trabajo sin éxito, lo que representa un aumento de 600 mil desocupados en comparación con el año pasado. Sin embargo, al compararlo con el cuatrimestre anterior, el desempleo mejoró levemente, ya que había alcanzado el 7,6% de la población económicamente activa (PEA) entre abril y junio. Esta variación estacional es habitual, aunque más pronunciada que en años anteriores.
El informe también resalta un aumento en la tasa de actividad, que llegó al 48,3% de la población, lo que refleja una presión mayor sobre el mercado laboral. Esto se debe a una mayor incorporación de personas al mercado de trabajo debido a la caída de los ingresos familiares. Además, creció la subocupación demandante (personas que trabajan menos de 35 horas a la semana pero buscan más trabajo) y la ocupación demandante (quienes buscan más horas de trabajo), lo que indica una mayor precariedad laboral. La “presión sobre el mercado laboral”, que incluye desocupados, subocupados y ocupados demandantes, alcanzó el 30,2% de la PEA.
Por último, el empleo informal continúa en aumento, afectando al 36,8% de los trabajadores asalariados, un incremento respecto al 35,8% del año pasado y al 36,2% del trimestre anterior.