La caída en la producción y las ventas, junto con dificultades para cumplir con sus obligaciones, llevaron a gran cantidad empresas textiles a suspender inversiones y reducir su personal, generando un panorama de incertidumbre y poco optimismo para el futuro cercano.
La falta de previsibilidad económica y la caída del poder adquisitivo afectan gravemente a las empresas textiles, que enfrentan una contracción de la producción, despidos y una creciente informalidad laboral. Siete de cada diez empresas indican que no realizaron ni realizarán nuevas inversiones, y algunas cancelaron las inversiones previamente planificadas. Este panorama refleja las dificultades que enfrentan muchas firmas para cumplir con sus obligaciones corrientes, como salarios, proveedores, tarifas, impuestos e importaciones. De hecho, el 40% de las empresas despidió personal en los últimos meses.
Según una encuesta reciente, la gran mayoría de las empresas del sector atribuye la caída en su producción (del 70%) a la pérdida de poder adquisitivo de la población. Este contexto generó una disminución de la capacidad productiva, afectando especialmente a las pequeñas y medianas empresas, que representan el 90% del sector. A nivel sectorial, los datos muestran una contracción en la producción de productos textiles del 20,9% en comparación con el año anterior, con una caída acumulada del 18,5% en los primeros diez meses de 2024.
En cuanto a las ventas, el 67% de las empresas experimentó una disminución en su nivel de producción, y el 70% registró una baja en sus ventas. El 47% de las firmas reportó caídas de entre el 20% y el 40% en sus ventas, mientras que una de cada cinco empresas enfrentó una reducción en su producción de entre el 40% y el 60%.
El sector también tuvo una disminución en el uso de su capacidad instalada, con el 64% de las empresas utilizando menos recursos en comparación con el año anterior. La principal causa de esta contracción es el bajo poder adquisitivo de la población, seguido de la incertidumbre macroeconómica y las políticas de importación.
En cuanto a las exportaciones, un 70% de las empresas considera que existen dificultades, principalmente debido al tipo de cambio, la presión tributaria y los costos logísticos.
Las medidas adoptadas por las empresas para enfrentar esta crisis incluyen despidos, suspensiones y la cancelación de horas extras, lo que generó una grave pérdida de empleos en el sector. De hecho, el 59% de las empresas tomaron decisiones que afectaron el empleo, siendo los despidos y las suspensiones las más comunes.
Con un 68% de las empresas indicando que no realizarán nuevas inversiones, las perspectivas de mejora son escasas. Las empresas solicitaron reformas tributarias, medidas de protección frente a la competencia desleal y financiamiento al consumo interno, además de corregir el tipo de cambio para mejorar la competitividad. Sin embargo, hasta el momento, no se vislumbra una solución inmediata a la crisis que afecta al sector.