El consumo de carne vacuna en Argentina cayó un 11,2% en 2024, el registro más bajo en casi tres décadas. Mientras tanto, las exportaciones crecieron un 12% y alcanzaron niveles récord, con China como principal destino. La inflación y el encarecimiento de los alimentos impulsan un cambio en los hábitos de consumo, favoreciendo alternativas más económicas.
El consumo per cápita de carne vacuna en Argentina cayó a 47,2 kilos anuales, el nivel más bajo en 28 años, según un informe de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA). Este promedio, correspondiente al período enero-octubre de 2024, refleja una caída interanual del 11,2%, marcando un cambio significativo en los hábitos alimenticios de la población, que opta cada vez más por alternativas como el pollo y el cerdo debido a su menor costo.
En paralelo, la industria frigorífica mostró signos de recuperación en octubre, con una producción de 290.000 toneladas de res con hueso, impulsada por la faena de 1,27 millones de cabezas, la cifra más alta en quince meses. Sin embargo, la absorción doméstica de carne cayó un 10,2% interanual, situándose en 1,848 millones de toneladas, el nivel más bajo en 22 años. Además, el peso promedio de los animales faenados disminuyó un 1,1%, alcanzando los 228 kilos, en gran parte debido al aumento del uso de animales jóvenes.
La inflación y los precios erosionan el consumo interno
La inflación y la pérdida de poder adquisitivo continúan impactando en la demanda de carne vacuna. Según Miguel Schiariti, presidente de CICCRA, el aumento del 33% en el precio de la carne vacuna entre enero y octubre de 2024, aunque moderado en comparación con el pollo y el cerdo (que registraron subas del 176% y 173%, respectivamente), sigue afectando la capacidad de compra de los consumidores. A pesar de cierta estabilidad en octubre, con un alza promedio del 0,4%, la recuperación del consumo interno no se espera hasta el primer trimestre de 2025.
Exportaciones: el motor de la industria
Mientras el consumo interno languidece, las exportaciones de carne vacuna alcanzaron niveles récord. Entre enero y octubre de 2024, se exportaron 784.000 toneladas res con hueso, un 12% más que en el mismo período del año anterior. China continúa liderando como principal mercado, absorbiendo el 68,4% del total, aunque su participación mostró un leve descenso. En contraste, Israel y Estados Unidos aumentaron sus compras, con incrementos del 10,1% y 40,9%, respectivamente.
El precio promedio por tonelada exportada comenzó a recuperarse en septiembre, creciendo un 8,4% respecto al mes anterior. No obstante, en el acumulado anual, el precio promedio se mantuvo un 7,6% por debajo del registrado en 2023, principalmente debido a la caída en el mercado chino.
Desafíos estructurales y sostenibilidad
La industria de la carne enfrenta retos derivados de la sequía de 2023, que alteró el stock ganadero. En octubre de 2024, la participación de hembras en la faena cayó al 47,5%, una disminución interanual de 3,1 puntos porcentuales que es crucial para la sostenibilidad del sector a mediano plazo.
A pesar de los desafíos, el incremento en el volumen exportado permitió un aumento del 3,6% en la facturación acumulada, que alcanzó los 2.075,3 millones de dólares entre enero y septiembre. Los cortes congelados lideraron las ventas externas, con el 67,9% de los ingresos, seguidos por los enfriados (31,7%) y las carnes procesadas (0,4%).