La noticia fue confirmada horas después de que la UTA haya anunciado un paro de colectivos de 24 horas, tras el fracaso de las negociaciones salariales con las cámaras empresariales del sector. El funcionario será reemplazado por Luis Pierrini, un empresario mendocino vinculado al ministro de Economía Luis Caputo.
En una jornada marcada por la confirmación de un paro de colectivos a nivel nacional, el Gobierno de Javier Milie dio un golpe de timón en el área de transporte al solicitar la renuncia de Franco Mogetta, quien hasta hoy se desempeñaba como titular de la Secretaría de Transporte. La noticia, que trascendió rápidamente, señala como su sucesor a Luis Pierrini, un empresario mendocino con fuertes lazos con el ministro de Economía, Luis «Toto» Caputo.
Este cambio de liderazgo se produce apenas un día después de que la Unión Tranviarios Automotor (UTA) anunciara una huelga de transporte público de pasajeros de corta y media distancia por 24 horas, con inicio previsto para el martes 6 de mayo. La medida de fuerza, impulsada por el sindicato liderado por Roberto Fernández, se concretó tras el fracaso de las negociaciones salariales con las cámaras empresariales del sector, una vez agotada la instancia de conciliación obligatoria dictada por el propio Gobierno nacional. El paro promete paralizar el transporte urbano y suburbano en todo el país, generando un fuerte impacto en la movilidad de millones de usuarios.
Sin embargo, la salida de Franco Mogetta no se explica únicamente por la escalada del conflicto salarial con los transportistas. Fuentes oficiales y trascendidos periodísticos apuntan a tensiones políticas internas dentro del oficialismo como un factor determinante en su remoción. Mogetta, quien había llegado a la gestión nacional de la mano de su vínculo con Juan Schiaretti, exgobernador de Córdoba, se convierte en otra figura ligada al mandatario provincial en abandonar el gobierno libertario, siguiendo los pasos de Osvaldo Giordano, ex titular de la ANSeS. Si bien Edgar Pérez, también cercano a Schiaretti, aún se mantiene al frente de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT), su continuidad estaría siendo evaluada, según la Agencia Noticias Argentinas.
La relación entre la Casa Rosada y el espacio político de Schiaretti se habría deteriorado en las últimas semanas, especialmente tras el apoyo del bloque de diputados cordobeses a la creación de una comisión investigadora sobre el denominado «Criptogate $Libra», un caso que involucra acusaciones de irregularidades financieras que salpican al propio presidente Javier Milei. Esta postura habría generado malestar en el Ejecutivo nacional, acelerando la decisión de desplazar a figuras vinculadas al gobernador cordobés.
En ese sentido, según informaron en las últimas hiras, la decisión de solicitar la renuncia a Mogetta fue tomada directamente por el influyente asesor presidencial Santiago Caputo, quien ya habría comunicado la medida al ahora ex secretario. Se espera que Mogetta formalice su salida a comienzos de la próxima semana, marcando un nuevo reacomodamiento en el organigrama del Gobierno.
Este movimiento se enmarca en una reestructuración más amplia del área de Transporte, liderada por Federico Sturzenegger desde el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado. Esta reforma incluiría la futura disolución de la CNRT y la posible fusión de diversos organismos vinculados al transporte aerocomercial, buscando una mayor eficiencia y una reducción de la burocracia en el sector.
La llegada de Pierrini, un empresario con vínculos directos con el ministro Caputo, podría interpretarse como un intento del Ejecutivo de alinear la Secretaría de Transporte con la visión económica del Gobierno y de tener una figura de mayor confianza en un área sensible y conflictiva como el transporte público.
La combinación de un inminente paro nacional de colectivos y la salida del secretario de Transporte genera incertidumbre sobre el futuro de las negociaciones salariales y la política de transporte del Gobierno. La designación de Pierrini y la anunciada reestructuración del sector serán claves para observar cómo el oficialismo abordará estos desafíos y buscará evitar un conflicto prolongado que afecte a millones de ciudadanos.