La inflación subió al 5,1% en julio, superando las expectativas del Gobierno y poniendo en duda el plan de desinflación. Este dato genera preocupación antes de la publicación del índice nacional por parte del Indec.
La inflación en la Ciudad de Buenos Aires alcanzó el 5,1% en julio, superando en tres décimas la cifra del mes anterior y cuestionando las previsiones optimistas del Gobierno nacional sobre su plan de desinflación. Este dato generó sorpresa, especialmente en contraste con las declaraciones del ministro de Economía, Luis Caputo, quien aseguró que en julio continuaba la tendencia a la baja del índice de precios. La expectativa oficial es que la inflación a nivel nacional se ubique en torno al 3%, por debajo del 4,6% de junio, pero el aumento del IPC en CABA sugiere un panorama menos alentador.
En los últimos meses, la diferencia entre la inflación nacional del Indec y la de la Ciudad de Buenos Aires ha sido mínima, apenas dos décimas. En junio, los índices fueron del 4,6% y 4,8%, respectivamente; en mayo, del 4,2% y 4,4%; y en abril, cuando la inflación fue más alta, del 8,8% a nivel nacional y del 9,8% en CABA. Estas cifras indican que sería extraño y poco creíble que el Indec publicara un número de inflación nacional significativamente inferior al 5,1% registrado en la Ciudad el mes pasado. El organismo presentará su medición nacional el próximo miércoles.
El repunte de la inflación en CABA es preocupante, y la situación podría agravarse si el Indec confirma este comportamiento con su propio indicador. El plan económico de Javier Milei y Luis Caputo se centra en dos objetivos clave: lograr un déficit fiscal cero y reducir la inflación a un rango de 1-2% mensual. No obstante, la implementación de esta estrategia ha provocado una profunda recesión, con caídas récord en el consumo privado. A pesar de la fuerte contracción de la demanda, los precios siguen en alza debido al aumento de los costos, como las tarifas de los servicios públicos.
Los números de CABA
Según la Dirección de Estadísticas y Censos porteña, la inflación acumulada en lo que va del año asciende al 98,5%, mientras que la interanual llega al 264,9%. Estos datos, que suelen anticipar la medición nacional del Indec, no son alentadores para la política económica de Milei y Caputo.
Las subas del 5,1% en julio y 4,8% en junio frenan el proceso de desinflación anunciado por el gobierno nacional. Ya son dos meses consecutivos en los que la tendencia a la baja se ha interrumpido en CABA, tras el 4,4% registrado en mayo.
Los aumentos se desglosan en un 3,4% en Bienes y un 6,3% en Servicios, sumando un total de 9,7% entre ambos. La suba en Bienes se atribuye principalmente a los incrementos en alimentos, como verduras, panificados, lácteos y frutas, así como a los aumentos en automóviles, combustibles, medicamentos y cigarrillos.
En cuanto a los Servicios, los principales impulsores del alza fueron los aumentos en los gastos comunes de la vivienda, en los precios de restaurantes, bares, casas de comida y las tarifas de alojamiento en hoteles por motivos turísticos.
Los rubros que más contribuyeron al incremento de precios fueron Restaurantes y Hoteles (9,3%) y Salud (7,3%), este último afectado por las subas en medicamentos y prepagas. Para agosto, las prepagas han anunciado aumentos de entre 4% y 8,5%, y ya anticipan nuevos incrementos del 4% para septiembre.
En el ranking de inflación por rubros, también destacan Vivienda y Servicios Públicos, con un aumento del 5,7%, y Alimentos y Bebidas, con un incremento promedio del 3,8%. Dentro de este último, las verduras registraron una suba significativa, con precios estacionales que escalaron un 11%, mientras que los precios regulados subieron un 4,4%.
