El INDEC informó descensos alarmantes del 21,2% en la producción industrial y del 42,2% en el sector de la construcción durante marzo, sugiriendo una posible entrada en una fase de depresión económica. Los datos contrastan con las previsiones optimistas del gobierno, señalando una situación preocupante para la economía.
En marzo, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) informó que tanto la industria como la construcción experimentaron fuertes caídas interanuales, del 21,2% y 42,2% respectivamente. Estos datos, junto con otros indicadores económicos tanto oficiales como privados, sugieren la posibilidad de que la economía en su conjunto esté entrando en una fase de depresión, más severa que una recesión.
Además, el INDEC señaló que tanto la industria como la construcción tuvieron un desempeño inferior en marzo en comparación con febrero: las fábricas experimentaron una disminución del 6,3%, mientras que las obras retrocedieron un 14,2%.
Contrariamente a lo que afirmaba el gobierno de Javier Milei, que sugería que lo peor de la crisis había pasado en enero y febrero, los datos del primer trimestre del año muestran que las caídas se aceleraron en marzo. En ese período, la industria cayó un 14,8% y la construcción un alarmante 30,3%.
La consultora LCG, fundada por el senador radical Martín Lousteau, destacó que la retracción en la industria es generalizada, con todos los 16 sectores evaluados por el INDEC mostrando caídas interanuales que contribuyeron significativamente a la disminución del índice general.
En cuanto al impacto en el índice general, las mayores reducciones se observaron en sectores como Maquinaria y Equipo, Industrias Metálicas, Productos Minerales y Otros Equipos y Aparatos.
La situación también es preocupante en sectores específicos, como Alimentos y Bebidas, que experimentó una contracción del 14% en 12 meses, marcando diez meses consecutivos de disminución.
En el caso de la construcción, la abrupta caída se atribuye a contracciones en la producción de ladrillos, hierro y hormigón.
La caída continuada de la industria durante seis meses consecutivos, con una disminución del 17,5%, y las expectativas divergentes entre las empresas que realizan obras privadas y públicas en el sector de la construcción, son señales preocupantes para la economía.
Es importante destacar que los datos oficiales de marzo fueron más alarmantes que los proporcionados por algunas consultoras privadas, lo que subraya la gravedad de la situación económica.
