Entre diciembre y marzo, los sueldos registrados aumentaron un 58%, mientras que la inflación alcanzó el 90% en el mismo período. Aunque en marzo se observó una leve mejora, se proyecta que en 2024 los salarios volverán a perder terreno frente a los precios.
El poder adquisitivo sigue en declive mientras que la brecha entre sueldos e inflación se amplía. Entre diciembre y marzo, los sueldos registrados aumentaron un 58%, mientras que la inflación en el mismo período alcanzó el 90%. Aunque en marzo se registró una pequeña recuperación, marcando la primera vez desde que Javier Milei asumió la presidencia que los salarios superaron a la inflación, todo indica que en 2024 los sueldos volverán a quedarse atrás frente a los precios.
Los últimos datos del INDEC y el RIPTE muestran que, con esta pérdida de poder de compra, la diferencia entre ingresos y costo de vida se ha ampliado considerablemente.
En un lapso de cuatro meses, los salarios tuvieron un incremento nominal del 57,9%, mientras que la inflación acumulada en diciembre, enero, febrero y marzo fue del 90,1%, representando una caída del 16,9%.
En medio de este panorama negativo, en marzo los salarios formales con aportes a la Seguridad Social experimentaron una mejora con respecto a la inflación, aumentando un 14% frente a un incremento de precios del 11%.
En cuanto a 2023, los salarios cerraron con un aumento del 149,4% en promedio, mientras que la inflación alcanzó el 211,4%, resultando en una pérdida de poder adquisitivo del 60 puntos. Esta tendencia se ha mantenido desde el inicio de 2023 hasta la fecha, con los sueldos perdiendo casi la mitad de lo que ha subido el costo de vida.
En marzo, el salario promedio formal se ubicó por debajo del valor de la canasta familiar de pobreza, lo que indica una situación preocupante para los trabajadores formales.
En cuanto a las proyecciones para 2024, las empresas argentinas prevén un aumento anual del 191% en las remuneraciones de sus empleados, lo que sugiere que seguirán rezagadas frente a la inflación proyectada del 202%.
En respuesta a esta situación, las empresas están adoptando estrategias como ajustes salariales más frecuentes, bonificaciones y mejoras en los beneficios para compensar la pérdida de poder adquisitivo y retener al talento en un mercado laboral desafiante.
