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DISMINUYE EL CONSUMO DE LECHE, PAN Y CARNE DURANTE EL GOBIERNO DE MILEI

Durante los primeros meses de la gestión de Javier Milei, el consumo de productos esenciales como leche, pan y carne disminuyó drásticamente. La combinación de una inflación desenfrenada y una caída significativa de los salarios está llevando a muchos a limitar sus compras, con consecuencias negativas tanto en el sector productivo como en la nutrición de la población.

El consumo de productos esenciales de la canasta alimentaria se desplomó durante los primeros tres meses de la gestión de Javier Milei. La escalada inflacionaria desencadenada desde la devaluación inicial en diciembre, combinada con la significativa disminución de los salarios en más del 20% interanual en términos reales (una cifra solo comparable con la crisis posterior al fin de la convertibilidad a principios de siglo), llevó a muchos argentinos a restringir la compra de artículos tan fundamentales como leche, pan y carne, cruciales para la alimentación diaria y la nutrición infantil.

Las estadísticas sectoriales reflejan cómo los productores están viendo disminuir sus ventas en proporciones inesperadas debido a la reducción en el consumo por parte de los consumidores. Según un análisis de Tiempo basado en datos del Ministerio de Trabajo y precios relevados por el Indec, con un salario promedio, se pasó de poder comprar 476 kilos de pan francés hace un año a solo 318 en febrero último; de 132 kilos de asado a 103; y de 926 litros de leche a 607.

Un ejemplo de esta tendencia lo proporciona la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados (CICCRA), que informó que en marzo, el consumo per cápita de carne vacuna fue equivalente a 42,6 kilos/año, lo que representa un 18,5% menos que en marzo de 2023. Esta cifra marca el punto más bajo de los últimos quince años y se sitúa muy por debajo del mínimo anterior de 46,5 kilos en 2021.

En el caso de los lácteos, según el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA), las ventas de productos lácteos en el mercado interno disminuyeron de 366,331 toneladas en el primer bimestre de 2023 a 303,062 entre enero y febrero últimos, con una reducción del 17,3%. En este contexto, los productos de mayor elaboración, como la leche en polvo, los quesos y los yogures, experimentaron fuertes caídas en las ventas debido a los importantes aumentos de precios (+290% en pesos corrientes), según detalló el informe del grupo CREA.

En algunos casos, los productores buscan compensar la abrupta caída en las ventas internas con mayores exportaciones. En el sector cárnico, por ejemplo, la liberación de las exportaciones de todos los cortes permitió que la venta a mercados extranjeros se elevara a 82,548 toneladas en febrero último. Sin embargo, esta discrepancia entre la demanda interna y externa ha ampliado la brecha entre ambos indicadores, lo que lleva a la conclusión de que la carne que no se consume en Argentina se exporta al resto del mundo.

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